Juanjo Martínez.

Juanjo Martínez impulsa viviendas de lujo silencioso con Inhabitat

Las exclusivas residencias que edifica su empresa huyen de la ostentación, apostando por la sencillez y la integración. En su vocabulario hay una palabra clave: respeto; al entorno y a los oficios tradicionales.

Cuando hace una década se puso al frente de Inhabitat, Juanjo Martínez tenía claro que su apuesta era por la calidad, con una querencia clara por el arte y la cultura. Experto conocedor y apasionado orador del segmento de la vivienda de lujo, a sus 52 años han pasado por su despacho un buen número de promociones en Madrid, Alicante, la Costa del Sol o Baleares, siempre con un denominador común: cada proyecto es único y diferente a los demás, con la integración en el entorno como premisa previa.

Lo primero que se planteó en el sector inmobiliario fue estudiarlo bien, para llegar a la conclusión de que lo que quería era la suma de talentos. Tenía que ser capaz de encontrar a las piezas necesarias para dar otra visión a algo que quería convertir en realidad. Le gusta la palabra ‘legado’, la palabra ‘respeto’ y la palabra ‘protección’. También el talento y la artesanía. Enseguida fue consciente de que, cuando se quiere crear algo desde la convicción real del respeto de la calidad, algo que se pueda convertir en legado, se tiene que cuidar cada detalle.

En ese empeño sigue, sabiendo que no es lo que predomina en el mercado. Pero él es un firme defensor del lujo silencioso aplicado al negocio inmobiliario y de que hacer las cosas despacio tiene sus ventajas. Por eso, ha tejido en torno a Inhabitat un ecosistema de talento con profesionales y artesanos tradicionales, como mamposteros o herreros, canteros o carpinteros que, curiosamente, ha encontrado en personal de más de 50 años, que no acepta cualquier obra. Si son buenos, tienen trabajo siempre. “Eso permite priorizar y al final el mercado te da la vuelta y te devuelve mucho más de lo que tú esperas”, asegura.

La riqueza en un sector tan competitivo pasa por generar valor desde las nuevas influencias de la arquitectura moderna, basadas a su vez en la arquitectura clásica, que se percibe, pero no se ve. “Somos unos idealistas y pensamos que este tipo de propuestas se pueden hacer en cualquier segmento, pero para eso queda mucho trabajo por hacer porque el cliente, al final, tiene que entender otras cosas. Mientras eso ocurre, el único segmento que realmente te puede devolver ese esfuerzo de alguna manera y lo puede entender y lo puede valorar a un nivel muy alto es el segmento del lujo, pero del lujo silencioso, el de verdad”, explica.

Los ingredientes imprescindibles para que una casa dialogue de manera armónica con el paisaje que la rodea parten del entorno. Es posible hacer una casa maravillosa en una ubicación sin vistas de ensueño. Se trata de entenderla y ver cómo evoluciona y desde ahí lanzar la propuesta. “Lo exclusivo es la facilidad de darle a quien ya entiende de lo que estamos hablando algo que no consigue ver desde hace mucho tiempo”, razona.

Actualmente, Inhabitat está creando colección: aparte de las viviendas que vende, se queda con activos para ponerlos dentro del mercado de alquiler y hacer que los pueda conocer más público. Un público que cuando contacta con la empresa para un proyecto parte de que lo que propone lo hace de verdad, sin dejarse convencer de nada que no tenga que ver con esa verdad. Respecto a la tecnología que está transformando los espacios que habitamos, Juanjo Martínez lo tiene claro: “Hay que buscar un equilibrio, porque la tecnología cambia muy rápidamente y si tú estás a la última de todo, lo que haces es complicar la vida al usuario”.

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