Patek Philippe, manufactura total

Patek Philippe, manufactura total

Al igual que ocurre con sus relojes, había que visitar la última ampliación –el PP6– de Patek Philippe para reconocer una vez más que la manufactura ginebrina es diferente. Y sí, espectacular. Empezando por las cifras: 189 metros de longitud –equivalente al de dos campos de fútbol– por un ancho de 68 metros. Eso sí, […]

Al igual que ocurre con sus relojes, había que visitar la última ampliación –el PP6– de Patek Philippe para reconocer una vez más que la manufactura ginebrina es diferente. Y sí, espectacular. Empezando por las cifras: 189 metros de longitud –equivalente al de dos campos de fútbol– por un ancho de 68 metros. Eso sí, hay que multiplicarlo por 10 plantas (cuatro de ellas subterráneas, para un total de 126.000 metros cuadrados). Números apabullantes, como lo es también lo que ocurre dentro, y que ya se vislumbra cuando se accede al hall y continúa en un inmenso pasillo de dimensiones colosales que recibe el apelativo “de los colaboradores” (como en Patek Philippe se conoce a los empleados). Estamos en la entrada del edificio y seguramente el único lugar en el que todos y cada uno de los 1.700 empleados coinciden.

Porque una vez dentro, Patek Philippe ha creado espacios independientes. Inaugurada a principios de 2020, según los cálculos de la manufactura permitirá hacer frente a sus necesidades de espacio para los próximos 20 o 30 años. Que no aumentar su producción: la idea es seguir en las 70.000 piezas anuales.

[caption id='attachment_4925' align='alignnone' width='1024']El edificio está dividido en cinco bloques verticales, separados por cuatro escaleras. La movilidad  de personas y materiales se garantiza con 20 ascensores y montacargas.  El edificio está dividido en cinco bloques verticales, separados por cuatro escaleras. La movilidad de personas y materiales se garantiza con 20 ascensores y montacargas. [/caption]

Planta por planta, se ha creado una ambiente de trabajo ideal desde el punto de vista del espacio y, al mismo tiempo, cargado de recursos para que desempeñar cada una de las labores sea una tarea sencilla y eficaz. Por seguir un orden más o menos guiado por los pasos dados en la construcción de un movimiento, hay que decir que en la planta 0 se producen platinas y puentes –incluyendo finalización y pre-ensamblado–, y que en la planta 1 se asiste a la creación de ruedas y piñones, donde se registran más de 50 operaciones. Sobra decir que con un exhaustivo control de calidad.

La planta segunda acoge la creación de las cajas, de los brazaletes y de las tareas de engastado. Y aunque cuenta con empresas colaboradoras –en las que además Patek Philippe ha invertido– , en la manufactura dejan claro que todo lo que se hace en el exterior está masterizado en interno. Un detalle más, y además muy del estilo Patek Philippe, está en la creación del emblemático Clous de Paris que, para las piezas de complicaciones o de restauración, se sigue haciendo de forma tradicional.

La tercera planta está dedicada a la Alta Relojería, desde la creación de las altas complicaciones, con máquinas de última generación que integran hasta 120 herramientas. Dicen en Patek Philippe que este departamento es una manufactura dentro de la manufactura, en el que trabajan 120 personas, 70 de ellas relojeros especializados en altas complicaciones. Un lento proceso que, si se refiere a la repetición de minutos, es más complejo, pues depende del visto bueno de Thierry Stern. Entre un 5 y un 10% de los relojes que se le presentan vuelven para ser modificados en la calidad de su sonido.

[caption id='attachment_4926' align='alignnone' width='1024']El PP6 es el colofón de un crecimiento iniciado en 1996, con la inauguración de Pla-les-Ouates, que tenía por objeto reunir bajo el mismo techo a los trabajadores. En la imagen, aspecto del hall de acceso. El PP6 es el colofón de un crecimiento iniciado en 1996, con la inauguración de Pla-les-Ouates, que tenía por objeto reunir bajo el mismo techo a los trabajadores. En la imagen, aspecto del hall de acceso.[/caption]

La última planta operativa, la cuarta, alberga los oficios artesanales y un nuevo escenario para presentar los relojes. Denominado cockpit, se trata de un espacio en el que, además de albergar los archivos de las ventas, se encuentran la sala de oficios artesanales y de restauración de piezas antiguas. Todo un privilegio reservado a visitantes y coleccionistas.

Hay otro elemento importante en el diseño de este edificio: cumple con los estándares de alto rendimiento energético (HPE) establecidos por la ley cantonal de energía de Ginebra. Esto ha sido ratificado, además, con el sello de calidad Minergie, un certificado que exige el uso más alto de energías renovables. 

ETIQUETAS:
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  • Relojes