En busca de la esencia de Portugal
Comporta es una pequeña freguesia –algo así como pedanía o distrito– portuguesa perteneciente al municipio de Alcácer do Sal y situada a apenas 120 kilómetros de Lisboa; un antiguo núcleo de pescadores, ahora con unos 1.300 habitantes, junto a una de esas maravillosas y extensas playas de la costa atlántica lusa. Hace unos años, personalidades […]
Comporta es una pequeña freguesia –algo así como pedanía o distrito– portuguesa perteneciente al municipio de Alcácer do Sal y situada a apenas 120 kilómetros de Lisboa; un antiguo núcleo de pescadores, ahora con unos 1.300 habitantes, junto a una de esas maravillosas y extensas playas de la costa atlántica lusa. Hace unos años, personalidades del mundo del cine, la moda o el diseño, como George Clooney, Madonna, Andy Warhol, Christian Louboutin o la princesa Carolina de Mónaco, pusieron en esta zona sus ojos y la convirtieron en su refugio vacacional. Algunos, incluso, compraron terrenos y viviendas en las inmediaciones.
Es, desde entonces, uno de los destinos de moda de Portugal. Entre otras razones, porque, a pesar de su popularidad, ha sabido mantener su encanto natural y su ritmo de vida pausado, a lo que contribuye un crecimiento controlado, que respeta la arquitecta de casas bajas, de colores blancos y azules, de la zona, y un compromiso sincero, más allá de las modas, con las prácticas ecológicas y el cuidado de tan privilegiado entorno.
El hotel AlmaLusa Comporta es una prueba de ello. Es el único que hay en la localidad y tiene apenas unos meses de vida, desde su inauguración a finales de 2022. Situado en un edificio antiguo cuidadosamente renovando manteniendo gran parte de su estructura original, su decoración está impregnada del espíritu de su entorno, desde las fibras naturales inspiradas en la flora y la fauna de la costa hasta un mobiliario neutro que evoca las dunas de arena cercanas.
Con 53 habitaciones –31 de ellas suites–, muchas con balcones, jardines privados o terrazas, ofrece una escapada exclusiva, pero sin pretensiones, en esta costa portuguesa que algunos han bautizado como "los Hamptons de Europa".
Rodeado de pequeñas boutiques de moda o productos artesanos y restaurantes de cocina de mar y portuguesa, el hotel es también un plan en sí mismo: para desayunar en la sala Duna o disfrutar de una cena, tapas y cócteles en su RoofTop Bar, con vistas magníficas del atardecer sobre los famosos campos de arroz que cubren la región. Y, además, a través de su equipo de conserjería, AlmaLusa Comporta pone a disposición del huésped una amplia gama de actividades en los alrededores, desde picnic junto al mar hasta paseos en barco por estuario del Sado o la costa de Troia y Arrabida, en la que no es extraño observar delfines, o maravillosos paseos a caballo por la playa con la empresa Cavalos na Areia.
El de Comporta es el segundo hotel de la cadena AlmaLusa. El primero se encuentra en Lisboa, a apenas 80 minutos en coche, en un rincón privilegiado, por reservado, a pesar de su privilegiada ubicación junto al centro comercial de la ciudad y la emblemática plaza del Rossio.
Bautizado como AlmaLusa Baixa/Chiado, es un hotel boutique, en el que el lujo relajado y asequible tiene como principal característica la exquisita atención al cliente; además de unas habitaciones con grandes ventanales pombalinos a la Praça do Municipio y un restaurante, Delfina, con una agradable terraza exterior y una atractiva carta.
En consonancia con esa personalizada atención al cliente que adorna la filosofía de los hoteles AlmaLusa, el de Lisboa pone a disposición del huésped desde reservas en emblemáticos restaurantes de la ciudad –no siempre entre los más conocidos y turísticos– hasta el alquiler de un yate privado para explorar la costa de Lisboa.
AlmaLusa, además, anuncia para este verano la apertura de su tercer hotel, este también en Lisboa, pero en el pintoresco barrio de Alfama, en un edificio histórico del siglo XII. Otra forma más de acercarse a la esencia de Portugal.