Ramón Exerez, la medida del lujo
“El diseño de un zapato tiene que tener una función. Su carácter radica en atraer las miradas”. Así define Ramón Exerez las virtudes del calzado artesanal frente a los zapatos “de consumo rápido” a los que la industria del fast-fashion nos tiene acostumbrados. Porque, efectivamente, una de las labores del zapatero de toda la vida […]
“El diseño de un zapato tiene que tener una función. Su carácter radica en atraer las miradas”. Así define Ramón Exerez las virtudes del calzado artesanal frente a los zapatos “de consumo rápido” a los que la industria del fast-fashion nos tiene acostumbrados. Porque, efectivamente, una de las labores del zapatero de toda la vida consiste en perpetuar un oficio arraigado en la tradición artesana, inmersos en plena era digital. Bien lo sabe este madrileño que, tras 40 años de carrera, es definido por los expertos del sector como uno de los profesionales más internacionales del país. Su último proyecto es la apertura de una tienda multimarca ubicada en el corazón del Barrio Salamanca (Claudio Coello, 69), en la que ofrece a los amantes de la zapatería de lujo una selección de marcas procedentes de Italia e Inglaterra, traídas “para cubrir un nicho a veces descuidado en España”, aquel que combina la excelente calidad del zapato con la atención de un servicio personalizado. “Mi secreto es trabajar según mi propio método, que consiste en dejar libre al cliente, no agobiarlo, que toque y experimente con los materiales, y después elija”, explica Exerez.
Además del mantenimiento y reparación del calzado, la labor que este zapatero por vocación realiza en su tienda consiste en encontrar la horma –instrumento de madera encargado de reproducir la anatomía del pie durante el proceso de fabricación, equivalente al maniquí para los diseñadores de moda, sobre el que se colocan los materiales que dan forma al zapato– adecuada para cada cliente y explicarle los distintos tipos que existen. “La horma es uno de los factores más importantes a la hora de comprar un zapato para toda la vida. No basta con que este se adapte al pie o que haya espacio libre entre la punta de los dedos y el final del zapato –ese gesto tan habitual que el hombre realiza al probarse zapatos nuevos–. Lo que hay que observar es el ancho”, comenta. De hecho, la mala elección de la horma es el error más común que todos los hombres cometen al elegir calzado nuevo. “Aunque tomar la medida al cliente es el primer paso para decirle qué número usa en el sistema inglés y en el americano, el talle solo hace referencia al largo del pie. El ancho correcto es lo que aporta comodidad y hace que uno no quiera quitarse el zapato en todo el día”, afirma.
La recién inaugurada tienda, abierta el pasado mes de abril, es un paraíso para los entendidos del calzado de lujo, pero también para los que acaban de iniciarse en él. En ella, Exerez no vende únicamente exclusivas firmas con apenas representación dentro de nuestras fronteras, si no que también pone en valor la cultura del zapato, que, según cuenta, “es inexistente en España”. No ocurre lo mismo en países como Japón, donde los clientes los compran a plazos, conscientes de que se trata de una inversión para toda la vida. “En España, esta costumbre no está muy extendida, pero creo que es una opción válida. ¿Por qué sí compramos a plazos una televisión de 42 pulgadas y no un buen calzado?” Para favorecer el acceso al zapato de lujo a un rango más amplio de bolsillos, Exerez ha introducido en su tienda una nueva modalidad de pago en la que el datáfono ofrece automáticamente la posibilidad de fraccionarlo, si así se desea.
Seis firmas conforman la exquisita selección del universo Exerez, con clásicos como Crockett&Jones, Castori, Edward Green –la marca que utilizaba Charlie Watts, el mítico batería de Rolling Stones–, Baudoin & Lange –especializada en mocasines ligeros– y otras menos conocidas como Bowhill & Elliot –slippers clásicas que funcionan todo el año– y Magnanni –la firma española más vendida en EE.UU. y Japón–.