Senén Díaz: «Al cliente no hay que agobiarlo, pero si te necesita, hay que aparecer antes de que llame»
El Hotel Princesa Plaza Madrid es toda una institución en la ciudad: por historia, casi 50 años lo contemplan; por su presencia imponente, convertida en un reconocible símbolo urbano; y por su situación, en un eje neurálgico que mantiene su pujanza al margen de esas modas que trasladan de un lado a otro los puntos […]
El Hotel Princesa Plaza Madrid es toda una institución en la ciudad: por historia, casi 50 años lo contemplan; por su presencia imponente, convertida en un reconocible símbolo urbano; y por su situación, en un eje neurálgico que mantiene su pujanza al margen de esas modas que trasladan de un lado a otro los puntos de interés. Ahora, el Hotel Princesa Plaza es, además, una ambiciosa apuesta de futuro: en solitario, sin una gran cadena detrás, emprendió en 2019 un proceso de reformas para erigirse, de nuevo, como una de las propuestas hoteleras más atractivas de la capital.
El asturiano Senén Díaz Álvarez, general manager del hotel, dirige ese proceso que ya ha dado sus primeros frutos. Llegó en 2020 y, sorteando la pandemia, volvió a situar el Hotel Princesa Plaza –que recuperó su nombre original– en el escaparate nacional e internacional, cuidando los clientes habituales y llamando la atención de los potenciales y acomodando su oferta a las difíciles circunstancias para comenzar a crecer en ocupación y tarifa a lo largo de 2021, mantener una lenta pero segura recuperación en los primeros meses de 2022 y prever un despegue definitivo a finales de año que desemboque en un fuerte repunte en 2023.
No ha sido solo una cuestión de estrategias. En su conversación con GENTLEMAN, Senén Díaz deja entrever algunas de las bases, palmables, sobre las que ha asentado el crecimiento: “Ubicación, presencia arquitectónica, dimensión de las habitaciones, con una media de 37 metros cuadraod, esencia histórica e innumerables reformas, no solo en el plano técnico y estructural, sino también en el de formación y concienciación de nuestro personal, nuestro mayor activo”. Es esa, la calidad del servicio, una de las obsesiones de este directivo con una amplia trayectoria en más de 30 hoteles de España, Portugal, Norte de África y Caribe. “En la actualidad –explica–, el sector adolece de buenos profesionales. Pero en nuestro caso tenemos la suerte de contar con grandes profesionales que tienen una experiencia media de 14 años en el sector”. ¿Cómo explicar en una frase en qué consiste ese servicio premium? Senén Díaz tiene la respuesta: “Al cliente no hay que agobiarlo, que no te vea. Pero si te necesita o intuyes que así es, debes aparecer antes de que te llame. Por eso, no debemos, nunca, perderlo de vista. Y nos funciona”.
El Hotel Princesa Plaza Madrid, de cuatro estrellas, alberga 423 habitaciones que fusiona con diferentes espacios para “adaptarse –son palabras de Senén Díaz– al ritmo de la ciudad; un proyecto vivo y que vibra integrando la cultura, el arte, la tradición y la gastronomía; un proyecto con alma, compuesto por profesionales de referencia volcados en ofrecer una experiencia memorable en una ciudad patrimonio del mundo”.
La oferta gastronómica merece, efectivamente, una mención detallada. Al servicio de habitaciones y al desayuno buffet, suma La Plaza Bistró & Terraza, donde disfrutar, al aire libre si se prefiere, de una variada selección de platos de mercado que, de lunes a viernes, se concentra en un menú del día de la máxima calidad. También el Bar Royal & Terraza, en el que degustar deliciosos cócteles, se prolonga hasta el pequeño oasis que preside un majestuoso magnolio. “El trabajo del chef es artesanía, y no solo por la estética, sino también por la capacidad de sorprender, de emocionar y de romper moldes”.
En ese reto al que se enfrentan los actuales hoteles urbanos, para atraer también a oferta de ocio a los no huéspedes, el Hotel Princesa Plaza tiene mucho ganado: las terrazas son accesibles al público sin necesidad de entrar en el establecimiento. Una estupenda y muy recomendable forma, seguramente, de reencontrarse con uno de los emblemas históricos de la ciudad.