10 claves de una buena camisa

10 claves de una buena camisa

Si hay un básico en cualquier armario masculino, es la camisa blanca. Con traje, en ocasiones formales, o por la noche, mejor sin botones en el cuello, o de sport, con botones o con cuello tipo Mao, la camisa blanca es un must para el verano. Tanto las camisas blancas de lino, de corte informal, […]

Si hay un básico en cualquier armario masculino, es la camisa blanca. Con traje, en ocasiones formales, o por la noche, mejor sin botones en el cuello, o de sport, con botones o con cuello tipo Mao, la camisa blanca es un must para el verano. Tanto las camisas blancas de lino, de corte informal, como aquellas con media botonadura, vestidas por fuera del pantalón y con las mangas remangadas, añaden un toque de estilo a cualquier conjunto casual, se trate del día o de la noche. Atrás quedó el tiempo en que las camisas eran consideradas como meras prendas de ropa interior. Hoy la camisa se erige en no pocas ocasiones como auténtica protagonista del conjunto indumentario. Vistiendo de sport, más aún en los meses de calor, la camisa es la pieza más expuesta, y hay pautas que hablan de su calidad. UNO, EL TEJIDO. Evitemos tejidos con mezcla y optemos por telas de compuestos naturales. Busquemos algodones con hebras superiores a dos centímetros, para que el tacto de la camisa sea lo más suave posible, y recordemos que un hilo de dos cabos, dos hilos enrollados entre sí, aportan longevidad al tejido. Si en la composición de la tela observamos la denominación 2x2, está confeccionada con hilos verticales y horizontales. Busquemos tejidos de hilos finos, ya que cuanto más delgados sean estos, más se precisan para que no se trasparente la camisa y, consecuentemente, más agradable será su tacto. La forma del trenzado del hilo, lo que da lugar a diferentes texturas, ayudará a decidirnos por camisas de popelín, oxford, piqué, viyela, voile, fil a fil, twill o batista.   DOS, LA HECHURA. Asegurémonos de que el cuello de la camisa, una vez abotonado, no se caiga, que sus hombros terminen donde los nuestros, que no salga del pantalón, que no sobre tela en su parte trasera inferior, que no forme bolsas en el pecho y que los puños sobresalgan un centímetro de la manga de la chaqueta. También es importante recordar que una camisa no es una camiseta, y que, por tanto, no debe quedar excesivamente ceñida. TRES, OJALES ARTESANALES. Toda camisa de calidad debe tener ojales cosidos a mano, ya sea a medida o de confección. Igualmente, una costura doble, una de ellas al menos cosida a mano, recorrerá las principales costuras de la camisa.  CUATRO, BOTONES MADRE PERLA. Los botones, así como las varillas del cuello, si son de madre perla hablarán del mimo puesto en la fabricación de la camisa. Hay quien prefiere varillas en plata y personalizadas. De optar por esta alternativa, no olvidemos que estaremos obligados a mantener siempre el mismo cuello en todas las camisas para poder acoplar esas varillas rígidas. CINCO, ROLLINO COSIDO A MANO. Las mejores camisas están cosidas a mano, y por ello, su faldón, tanto delantero como trasero, aparece rematado a mano. El faldón delantero se puede juntar con el trasero con un trozo de tela en “V” invertida, confeccionado unas veces con la misma tela de la camisa y otras con un tejido de diferente color. Si bien este detalle aporta un refuerzo extra a la camisa, no debería ser definitivo para decantarnos por una u otra, al ser muchas veces un mero elemento decorativo y de venta.  SEIS, LOS DIBUJOS DEBEN CASAR EN LAS ALTURAS. Las rayas de las camisas de traje, y los cuadros u otros estampados de las de sport, deberían casar en las diferentes costuras y siempre hacerlo en la de los hombros. Cuanto más pequeño el dibujo casado, mayor la pericia del camisero.  SIETE, CUELLO SIN TERMO FIJAR. Cuello sin termo fijar Hoy lo más frecuente es encontrar los cuellos de las camisas termo fijados. Estos cuellos, desgraciadamente también muy frecuentes en la camisería artesanal, deberían sustituirse por otros donde una entretela interior sea la encargada de darle forma y volumen. No obstante, los cuellos entretelados requieren de cierta habilidad con la plancha para evitar que al plancharlos aparezcan arrugas.  OCHO, PLIEGUES PUÑO. En las camisas en cuya confección no se busca escatimar en tela, se suelen apreciar varios pliegues en la unión de la manga y el puño. NUEVE, CANESÚ PARTIDO. El uso del canesú es una práctica muy extendida en la camisería a medida. El canesú puede ser de una pieza o de dos. El uso de este último busca disimular la variedad en la altura de los hombros.  DIEZ, PUNTADAS POR CENTÍMETRO. Cuantas más puntadas tengan las costuras, más resistente será la camisa. Un mínimo de 7 u 8 puntadas por centímetro se antoja obligatorio.

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