'Basurami' moderno: tres envases con mucho estilo

‘Basurami’ moderno: tres envases con mucho estilo

Aquí van tres envases que nos pueden dar mucho juego. Las cajas de fruta de plástico, ya sean de madera o de polietileno, tienen infinidad  de aplicaciones. Con ellas se puede hacer un jardín vertical, perfecto para el balcón de nuestro micro piso. Sólo hace falta una caja de fruta, un saco de arpillera, alambre, […]

Aquí van tres envases que nos pueden dar mucho juego. Las cajas de fruta de plástico, ya sean de madera o de polietileno, tienen infinidad  de aplicaciones. Con ellas se puede hacer un jardín vertical, perfecto para el balcón de nuestro micro piso. Sólo hace falta una caja de fruta, un saco de arpillera, alambre, tierra y… plantas, claro. Es relativamente sencillo. 

Se llena el saco de tierra vegetal, se cierra, se pone dentro de la caja y con alambre se fija el lado abierto de la caja. ¡Importante! El jardín vertical deberá estar un par de meses en horizontal para que las plantas arraiguen convenientemente. También es posible hacer estanterías, librerías, lámparas, macetas…

Pero probablemente los palets de madera son los materiales de embalaje que más juego dan. Se conjuga una buena calidad de la madera resistente y tratada contra la intemperie con una alta disponibilidad en casi cualquier rincón. ¿Quién no ha visto un palet como puerta de un huerto? Aquí nos referimos a reconversiones más trabajadas. Con la madera del palet podemos hacer prácticamente de todo: camas, sofás, estanterías, guardazapatos, botelleros, librerías… todos los muebles que se nos puedan ocurrir en plan rústico, pueden ser elaborados con palets. Un poco de imaginación, una manita de pintura o barniz… y a correr. Otra aplicación para los amantes de las plantas: una mesa de cultivo en la que poder cultivar cómodamente lechugas, tomates, pepinos…

Finalmente, otra estrella del reciclaje: la botella de plástico, ya sea de refrescos o detergentes, sirve prácticamente para todo, si bien, a diferencia de los palets de madera, tendremos que ser un poco más manitas para que no parezca de discutible gusto o directamente cutre.

Una de las más espectaculares y que ha cambiado la vida de muchos en barriadas de favelas es hacer tragaluces con botellas de plástico. Se rellena la botella con agua y un poco de lejía, se practica un agujero en el techo y voilá: ¡velux ultra low cost! Macetas, estuches, lámparas, cortinas, soportes para móviles, pendientes, revisteros, escobas low cost, invernaderos y hasta comederos para pájaros y otros animales. Ideal para hacer manualidades con los niños y arrancarles de la tele. Dinero no tendremos…. pero imaginación nos sobra.

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