Caldo de hueso, bueno para tu salud
Desde la Antigüedad, el caldo de hueso ha consistido en la comida por excelencia de los ancianos y enfermos. Las diferentes culturas han estado sirviéndoles este líquido caliente durante siglos por ser rico en nutrientes, ya sea de pollo, cordero o ternera. Ahora, tanto los nutricionistas como los gurús de belleza están recomendando la misma ingesta no solo […]
Desde la Antigüedad, el caldo de hueso ha consistido en la comida por excelencia de los ancianos y enfermos. Las diferentes culturas han estado sirviéndoles este líquido caliente durante siglos por ser rico en nutrientes, ya sea de pollo, cordero o ternera. Ahora, tanto los nutricionistas como los gurús de belleza están recomendando la misma ingesta no solo si estamos constipados o tenemos las defensas bajas, sino también como un refuerzo saludable.
“Se trata de una opción rica proteínas y minerales que apoyan la inmunidad y también las glándulas suprarrenales”, establece la nutricionista Michelle Brown. “Además contiene colágeno y favorece el aspecto del cabello, la piel, las uñas y los dientes”, matiza.
Esta nueva tendencia nutricional se ve como el “elixir mágico” que mantiene el colesterol a raya, desintoxica el organismo, estimula el sistema inmunológico, actúa como un antiinflamatorio, y proporciona aminoácidos, magnesio, potasio y calcio.
“Para lograr todas estas propiedades, el caldo debe cocinarse durante al menos 24 horas para que obtenga todos los minerales de lixiviación de los huesos”, concreta Browm.
Y es que, de esta manera, conseguirá más gelatina y minerales ricos en nutrientes.
Así, según esta especialista, lo idóneo sería tomarlo varios días a la semana, si no es en caldo, añadiéndolo a las salsas o verduras en el proceso de cocción.
No obstante, recomienda que, al igual que otras modas, su consumo no debe ser visto como una opción única, sino como un complemento saludable a una dieta sana y equilibrada.