
Citizen: más de un siglo de calidad e innovación
Citizen tiene historia... y todo un potencial por descubrir. Pero lo más importante es la calidad que procura en cada uno de los productos que imagina.
Lleva más de un siglo creando productos marcados por la innovación, por ofrecer soluciones tan avanzadas como eficaces en la tecnología del cuarzo, de las baterías solares, el radio control –sin olvidar los calibres mecánicos, con su estandarte Miyota– o de materiales como el titanio. Pero no solo eso: Citizen es la cuarta compañía del mundo si se tienen en cuenta todas sus líneas de trabajo. Sin embargo, como dice Alberto Magliola, director general y comercial en Citizen Watch Ibérica, “Citizen sigue siendo una gran desconocida en España”.

Para entenderlo, hay un primer apunte importante y es que “en España hay marcas locales en el mismo rango de competencia que Citizen, algo que por ejemplo no ocurre en Italia, donde el público conoce bien lo que la marca representa. Por tanto, el primer trabajo es que la gente conozca lo que es y representa la marca frente a sus competidores reales, que no son otros que Tissot y Seiko”.
En esa carta de presentación, hay un detalle importante y es que los rangos de precio en los que se mueve la compañía japonesa “van de los 139 euros de un Eco-Drive a los 700 para un Radio-Control o un Super Titanio”. Algo que Magliola resume en dos palabras: calidad/precio. “Nadie da un producto de tanta calidad con estos precios; nuestros competidores están por encima y no hay que olvidar que ofrecemos productos que tienen como principio creativo la innovación. Por ejemplo, en la tecnología de batería solar llevamos trabajando 40 años y hemos conseguido evolucionar hacia productos cada vez más fiables. De hecho, el Eco-Drive solo pierde pasados 8-10 años un 20% de su carga. Pero no solo, fuimos también pioneros en otra tecnología como es el radio control. Y si hablamos de movimientos mecánicos, los Series 8 son de lo mejor que hay en el mercado y con esa relación calidad/precio de la que hablamos”.

Si hubiera que definir la filosofía de Citizen, además de la independencia que siempre han procurado, “hay que apuntar la honestidad y el respeto por el trabajo de los demás. Citizen es una marca fuerte, con personalidad y carácter, que a nivel de modelaje es un auténtico crack”… y también con un recorrido de futuro que augura un crecimiento mayor que el de sus competidores: “Tenemos –apunta Magliola– un potencial de crecimiento en el cliente femenino, porque de cada 100 relojes que vendemos solo 12 los compran mujeres. En España se ha crecido mucho en ventas los últimos años, pero todavía queda un largo camino”.