Cupra conciencia sobre el cambio climático en la carrera para todoterrenos Extreme E
CUPRA fue la primera firma automovilística en anunciar su participación en la Extreme E. Es, sin duda, la competición que mejor refleja su filosofía: por su espíritu deportivo, por su carácter innovador y, sobre todo, por su compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. Lo explicamos. Extreme E es una competición nueva, que en 2021 celebra su […]
CUPRA fue la primera firma automovilística en anunciar su participación en la Extreme E. Es, sin duda, la competición que mejor refleja su filosofía: por su espíritu deportivo, por su carácter innovador y, sobre todo, por su compromiso inquebrantable con la sostenibilidad. Lo explicamos.
Extreme E es una competición nueva, que en 2021 celebra su primera edición. Reúne a todotorrenos 100% eléctricos y consta de cinco carreras que, a lo largo del año –y cuando la imprevisible pandemia lo permite– se celebran en lugares remotos del mundo, algunos de ellos especialmente afectados por el cambio climático. Porque este es el objetivo principal de la competición: generar conciencia medioambiental y de compromiso con la sostenibilidad. No hay público, por ejemplo, para mitigar los daños al entorno. Los paddoks son pequeñas tiendas de campaña, iguales para todos los equipos participantes, donde solo la organización y la experiencia evitan el caos. Y, en un paso más en el compromiso social, los equipos, de dos pilotos, son mixtos: un hombre y una mujer para apostar por la igualdad de ambos géneros.
El equipo ABT CUPRA XE (la firma automovilística cuenta con ABT Sportsline como socio principal en esta aventura) compite con el e-CUPRA ABT XE1 y con los pilotos Mattias Ekström y Claudia Hürtgen. Junto a CUPRA, otros ocho equipos participan en esta iniciativa que comenzó el 3 de abril en Arabia Saudí, viajó luego a Senegal y Groenlandia y disputó su cuarta carrera los días 23 y 24 de octubre en la isla de Cerdeña (Italia). El escenario de la quinta y última, prevista para mediados de diciembre, está aún por determinar.
“CUPRA es una marca desafiante y poco convencional que quiere contribuir a reinventar el futuro de las carreras a través de nuevas experiencias, mientras dirige al mundo un mensaje de sostenibilidad, igualdad de género y movilidad eléctrica –explica el presidente de CUPRA y SEAT, Wayne Griffiths–. Extreme E es la mejor plataforma para llevar todo ello a cabo, porque es el primer deporte que se define con un propósito social. Nos da la oportunidad de pensar sobre cómo podemos marcar la diferencia, pero también de observar más de cerca la propulsión eléctrica para poder transferirla al mundo real”.
De hecho, el vehículo con el que participa, el e-CUPRA ABT XE1 de 544 CV (400 kW), ha inspirado una de las grandes apuestas de futuro de la firma: el Tavascan Extreme E Concept, un prototipo concebido con el ADN de la competición pero que, a la vez, avanza el lenguaje de diseño del futuro Tavascan de producción, el que será el segundo modelo 100% eléctrico de la firma, que se diseñará y desarrollará en Barcelona y llegará a todos los mercados en 2024. Es, al fin y al cabo, otro decidido paso más en el propósito de la marca de convertirse en una marca 100% eléctrica en 2030; recorrido del que forma también parte la reciente presentación de otra apuesta de futuro, el Urban Rebel Concept, la interpretación más radical del coche eléctrico urbano, que llegará al mercado en 2025.
Mientras tanto, la aventura de la competición Extreme E continúa. Un equipo de solo ocho personas –un ingeniero, un mánager, cuatro mecánicos y dos pilotos– sigue innovando soluciones –neveras para enfriar las baterías y agilizar su recarga por ejemplo– en una competición en la que, esta vez sí, lo importante es participar.