La corbata suele ser la que centra el protagonismo como accesorio a la hora de llevar traje y, sin embargo, hay otro que requiere de una elección con el mismo mimo porque resulta fundamental para mostrar elegancia en el mundo de la sastrería. Hablamos del pañuelo de bolsillo, ese elemento sin función ninguna más allá de lo puramente decorativo que se coloca en la chaqueta para marcar con él la diferencia.
A pesar de que los expertos en moda han demostrado siempre su poder como complemento, para muchos sigue siendo el gran olvidado por aquello de que aparentemente pasa desapercibido ya que de él se muestra una pequeñísima parte. Y decimos aparentemente porque en absoluto lo hace. Que sea una fracción muy reducida la que se muestra de este trozo de tela no quiere decir que no merezca la pena prestarle atención. Es más, está claro que hay que seleccionar muy bien en qué color o con qué dibujo se quiere para que funcione con el resto del conjunto elegido, pero también importa la manera en la que se coloca estratégicamente en la chaqueta.
¿Cómo hay que doblar el pañuelo de bolsillo para que adorne una blazer? Del mismo modo que existen varias maneras de hacer el nudo de la corbata hay también multitud de fórmulas para plegar con estilo un pañuelo. Estas cuatro son las más sencillas que hay que conocer.
Presidencial
Es el modo más sencillo de doblar un pañuelo de bolsillo. Solo hay que colocar el pañuelo sobre una superficie plana y doblarlo por la mitad. Después, dobla el lado izquierdo sobre el derecho y luego la parte inferior hacia arriba. Depende de lo profundo que sea el bolsillo de la chaqueta habrá que doblar más o menos cantidad para que el resultado sea el deseado.
Una manera discreta de lucir este accesorio que puede utilizarse tanto para looks más formales como para otros en clave casual. Funciona siempre.
En punta
Para doblar el pañuelo acabado en punta hay que poner una esquina apuntando hacia arriba y otra hacia abajo para, seguidamente, doblar la esquina inferior sobre la superior así como la esquina izquierda hacia el centro. Para rematarlo simplemente hay que doblar la esquina derecha hacia el centro.
También se puede hacer un doblado de dos puntas que, aunque es más atrevido, es ideal para añadir personalidad incluso a los looks más sobrios. En este caso hay que formar un triángulo doblando un lado y hacer que las esquinas no se alineen de cara a crear los dos puntos separados en la parte superior.
Corona
Por su nombre se deduce que es uno de los modos más habituales de doblar el pañuelo en contextos formales que exijan de etiqueta más seria. De hecho, requiere de cierta destreza este pliegue y por eso no es tan frecuente verlo en el día a día.
Para llevar a la práctica este pliegue en el que la tela está doblada de tal manera que hay tres puntas de una corona, se trata de hacer un doble pliegue similar al triangular. Dobla la tela una vez a lo largo en el medio y luego otra vez a través del medio de modo que resulte otro cuadrado. A continuación, dobla el pañuelo en diagonal para que tenga dos triángulos superpuestos y vuelve a colocar el lado izquierdo en diagonal hacia arriba para que salga un tercer punto. Para que el pliegue se mantenga cuando se incluya en el bolsillo, la esquina derecha se pliega nuevamente horizontalmente hacia la izquierda.
Borla
Más desenfadada es esta manera de llevar el pañuelo en el bolsillo de la americana ya que ni siquiera requiere de un acabado perfecto. Para ponerla en práctica hay que tomar la tela por el centro con ella totalmente estirada y tirar hacia ella para posteriormente cogerla con la otra mano.
Desliza el pañuelo a través de tu mano con suavidad y sube la parte entre tus manos para crear una forma inflada antes de darle la vuelta y colocarlo con naturalidad.