Cinco formas fáciles de llevar pantalón blanco y no equivocarse
El pantalón blanco es un recurso de lo más versátil durante todo el año pero, ¿sabes cómo combinarlo para que quede bien? Aquí tienes cinco ideas diferentes que serán un éxito.
La fusión perfecta entre estilo sofisticado y funcionalidad utilitaria es un pantalón blanco. Al fin y al cabo, es igual de versátil que un vaquero tradicional pero cuenta con ese efecto de pulcritud capaz de aportar mucha más elegancia que unos jeans. Si a esto le sumamos que no tiene rival a la hora de aportar mayor frescura durante la época cálida del año, no tiene ningún misterio resolver por qué está considerado un básico de cualquier armario.
Tener un modelo de referencia puede salvarte de muchos aprietos estilísticos porque va con prácticamente todo. Ahora bien, ¿realmente es tan sencillo como parece conseguir un buen look con esta prenda? Por supuesto, pero para ello no se trata de empezar a mezclar al tuntún sino de probar distintas fórmulas que consigas que encajen como si de un puzzle se tratara.
Como sabemos que el tiempo apremia y que muchas veces la inspiración no llega cuando se la necesita, hemos recopilado cinco ideas fáciles en las que poder basarse a la hora de componer un estilismo sin dejar margen al error. Combinaciones que merece la pena tener en cuenta porque son factibles de poner en marcha y pueden darte grandes resultados.
Binomio estrella
Empecemos por la fórmula más sencilla que existe: la del blanco y negro. Que sea considerado el binomio estrella en el mundo de la moda no es casualidad ya que pocos dúos ofrecen más elegancia que este. Es simple y clásico, sí, pero no por ello deja de ser efectivo.
El secreto de su éxito está en el contraste que consigue la unión de ambas tonalidades, el cual se puede lograr tanto con dos únicas prendas lisas opuestas como con la unión de varias o con la aparición de algún estampado.
Monocromatismo
El total look siempre es una opción a considerar porque se consigue presumir de estilo fresco y relajado sin apenas esfuerzo.
Aquí hay dos alternativas con las que poder trabajar: la de buscar el idéntico tono de blanco para que el efecto monocromático sea de mayor impacto o la de moverse entre distintas intensidades. En ambos casos funciona aunque conviene tener cuidado con esta última modalidad porque las mezclas dentro de una misma gama de colores no siempre da un resultado tan bueno como el que esperamos.
Con tonos neutros
Puede que no lo parezca pero jugar con los tonos neutros es el recurso más fácil cuando se trata de buscar compañeros para un pantalón blanco. El beige o el gris son capaces de sacar lo mejor y conseguir así un look desenfadado que al mismo tiempo demuestre distinción.
Con camisas ligeras en verano y con jerséis de punto en invierno, es una fórmula aplicable con éxito durante todo el año.
En traje
Por supuesto si hablamos de pantalones blancos no podemos pasar por alto que está también la opción de llevarlos como parte de un traje. En este caso basta con hacer una buena elección de estas dos piezas de sastrería y tener muy clara la ocasión para la que se vaya a lucir para así concretar cómo combinarlo.
Unos mocasines y una camisa blanca o de un tono pastel suave serán perfectos para acudir a un evento veraniego, por ejemplo, pero si se trata de llevarlo en clave casual te bastarán un par de zapatillas y una camiseta o un polo para acertar.
Detalles de color
Por supuesto no podía faltar en este pequeño compendio de referencias una que muestre que los pantalones blancos también aceptan a las mil maravillas colores vivos. Por mucho que se lleve bien con las tonalidades suaves, no hay por ello que renunciar a mezclarlo con rojo, amarillo, verde, azul, naranja o rosa.
A pequeñas pinceladas, será lo que logre convertir cualquier estilismo en el más especial.