
Frederique Constant ensalza el glam-rock con el regreso de su Classics Manchette
La marca ginebrina revive la audacia ochentera con el regreso del reloj Manchette. Una joya que no solo da la hora, sino que marca actitud con espíritu glam-rock.
Frederique Constant rompe el molde con la reedición del Classics Manchette, una pieza que destila irreverencia y nostalgia. Con un atrevido diseño cuadrado, suma innovación con un brazalete flexible que presenta el emblemático motivo Clou de Paris, llamando al clasicismo y aportando al mismo tiempo un diseño revolucionario.

Con esta pieza, la marca nos transporta a los años 80, encarnando el espíritu libre y desenfadado de aquella época. Así es este reloj en el que prima la funcionalidad y la actitud, eliminando las complicaciones mecánicas y el exceso de ostentación. Ligero y cómodo, representa a la perfección la filosofía de Frederique Constant, materializando su lema Time to be bold (“Es hora de ser audaz”).
El Classics Manchette se presenta en cuatro versiones. Dos de ellas abrazan la tendencia mineral que arrasa en los accesorios contemporáneos: la malaquita en verdes veteados, vibrante y casi psicodélica, y el ónix negro, profundo y minimalista, donde solo las agujas parecen flotar. Las otras dos encarnan dos extremos de sofisticación: el lujo brillante de 158 diamantes engastados frente a la sobriedad mate de una esfera blanca con números romanos.

Cada diseño es impulsado por el fiable calibre de cuarzo FC-200, que ofrece cinco años de autonomía. Pero este no es un reloj que se mide en duración, se mide en intensidad; porque lo esencial aquí no es contar el tiempo, sino vivirlo con carácter. Además, el regreso del Classics Manchette es una reivindicación del cuadrado, del exceso bien entendido, del diseño que se atreve a salirse del guion.