
Grand Seiko inaugura una nueva era con el Spring Drive U.F.A.
El nuevo calibre 9RB2 introduce una era de ultraprecisión en la relojería japonesa. Un hito técnico y estético que captura la esencia de los bosques helados de Shinshu.
Desde 1960, la búsqueda incansable de precisión ha sido el principio rector de Grand Seiko. Menos de una década después de su fundación, la firma introdujo el V.F.A. (“Very Fine Adjusted”), un ajuste mecánico extremadamente fino que logró un margen mensual de ±1 minuto, estableciendo un estándar pionero en su época. Décadas después, esa misma filosofía dio origen al revolucionario movimiento Spring Drive, que armonizaba el alma mecánica del muelle real con la inteligencia electrónica, culminando en 2004 con el calibre 9R65, capaz de mantener una desviación mensual de apenas ±15 segundos.
Hoy, esta herencia evoluciona con la llegada del nuevo calibre Spring Drive 9RB2, que introduce la designación U.F.A., “Ultra Fine Accuracy”. No se trata ya de segundos al día o minutos al mes, sino de una exactitud medida en todo un año: ±20 segundos anuales, convirtiéndolo en el movimiento con muelle real más preciso jamás creado por la manufactura. Un logro técnico que no solo honra el pasado, sino que proyecta a Grand Seiko hacia el futuro de la alta relojería.

Este nuevo nivel de precisión ha sido posible gracias a un oscilador de cuarzo envejecido durante tres meses y a un circuito integrado de nuevo diseño, programado individualmente con datos térmicos específicos, tras ser probado en diferentes temperaturas. Al igual que en la serie 9RA, tanto el oscilador como el sensor se sellan al vacío, minimizando la influencia de factores externos como la humedad, la electricidad estática o la luz. Por primera vez en un movimiento Spring Drive, se incorpora además un interruptor de regulación que puede ser utilizado por el servicio posventa para corregir posibles desviaciones tras largos periodos de uso.
El calibre 9RB2 no solo establece un nuevo estándar en precisión, sino que permite crear relojes con proporciones refinadas: con un diámetro de solo 37 mm, los nuevos modelos son los más compactos con movimiento Spring Drive de la serie 9R hasta la fecha. Su tamaño, combinado con un centro de gravedad bajo y una pulsera ancha y equilibrada, garantiza una ergonomía óptima para muñecas más pequeñas sin sacrificar presencia ni personalidad.

Como ya es tradición en Grand Seiko, la técnica va acompañada de una expresión estética profundamente ligada a su entorno. La inspiración para el diseño proviene de los bosques invernales de Shinshu, donde se encuentra el estudio relojero Shinshu Watch Studio. Las esferas de ambos modelos capturan con exquisita fidelidad la textura de los árboles cubiertos de escarcha bajo la brisa helada de Kirigamine. La versión en titanio luce un tono azul plateado con un segundero azul templado que evoca el cielo despejado de invierno, mientras que la edición en platino presenta una esfera en un azul más profundo, realzada por un segundero deslizante plateado, símbolo del movimiento continuo de Spring Drive.
Ambos modelos se integran en la colección Evolution 9, heredera del icónico 44GS de 1967. Las líneas limpias de la caja, el característico pulido Zaratsu sin distorsión, y la alternancia de acabados espejo y cepillado transmiten una estética serena y precisa. Las prominentes agujas e índices estriados refuerzan la legibilidad, mientras que el diseño estructural de la caja favorece una comodidad excepcional. La versión en platino 950 se complementa con una correa de cocodrilo, mientras que el modelo en High-Intensity Titanium incorpora un innovador cierre de microajuste en tres pasos, sin necesidad de herramientas, que permite ajustes en incrementos de 2 mm para una adaptación perfecta.

Ambos relojes estarán disponibles a partir de junio de 2025. La versión de platino 950 será una edición limitada de 80 unidades, exclusiva para las Boutiques Grand Seiko. El modelo en titanio estará disponible tanto en las Boutiques de la marca como en distribuidores seleccionados a nivel mundial.