Jaime Landeta revoluciona el concepto tradicional de joyería al mando de Apodemia
Jaime Landeta es CEO y directos de Apodemia, la joyería dedicada a piezas inspiradas en la textura de la arena vista desde un microscopio, las diosas griegas o los tesoros hundidos en el mar.
A Jaime Landeta le gusta generar recuerdos. A eso se dedica como CEO y director general de Apodemia, la firma que ha transformado el concepto tradicional de joyería vinculando su producto con un estilo de vida en el que el consumidor busca vivir experiencias. Para ello, el madrileño -aunque con ascendencia de ocho apellidos vascos- se pregunta dónde vive, dónde come o dónde viaja su cliente. De esta forma, el interés por la marca se genera de manera orgánica, sin forzarlo. “Cuando las personas llegan de forma natural a nuestro producto, el vínculo es más fuerte y duradero, siempre y cuando haya detrás una propuesta de valor coherente. Quiero que las joyas acompañen a mis consumidores y los ayuden a generar momentos”.
El storytelling juega un papel fundamental para hacer que esto suceda. De hecho, la firma no realiza publicidad ni promociones. Su éxito queda en manos de lo que el producto tiene que contar. Desde la estética híbrida de las joyas, elaboradas con materiales que recuerdan a la alta joyería pero que combinan con los básicos del fondo de armario, hasta la ambientación de las tiendas, a medio camino entre la estética industrial y los elementos inspirados en la naturaleza, el universo Apodemia está pensado para el cliente que busca una marca que lo represente en el día a día. “El look and feel es esencial para nosotros, por ello nos alejamos de lo que se entiende por joyería convencional utilizando árboles con mariposas, jardines horizontales, música que relaja los latidos del corazón…Lo que queremos es que el cliente sienta que entra en un oasis en la ciudad, que la calle desaparece y solo queda la naturaleza”.
Landeta está a la cabeza de la firma junto a su esposa Jimena, directora creativa y la que comenzó esta aventura empresarial en 2013 realizando tocados de pelo. “Fue la oportunidad que siempre había querido para emprender. Yo venía del mundo de las finanzas, así que me di un año para ver si las cosas iban bien. Poco después de empezar con los tocados, el padre de Jimena, que es escultor, le enseñó a hacer joyas, y la cosa se nos fue de las manos”. El valor de la marca, explica Landeta, reside en la excelente calidad del producto, en su diseño exclusivo, que parte por completo del lienzo en blanco de los diseñadores, y en la estupenda relación calidad-precio. “Es un producto que no se estropea. Las cadenitas, por ejemplo, tienen un baño con el máximo de oro permitido, porque si pones más, se vuelve rígida”.
Su motivación y propósito dentro de Apodemia es crear un buen modelo de negocio, que es aquel capaz de retroalimentarse internamente para mejorar cada día. “Un buen modelo es el que funciona sin que estés tú. Es hacer sentir al resto de líderes -las siete personas que forman el comité directivo- que la marca también es suya”. A la suerte del proyecto contribuye identificar claramente a quién se dirige e incidir en los factores que más influyen en la compra; en este caso, la edad y el estilo de vida. “El cliente de Apodemia está entre los 25 y 45 años. Es necesario dejar ir a los que ya no comprenden la firma para estar realmente donde están los tuyos. Si envejeces con tu consumidor, el de atrás no lo entiende y entonces lo pierdes. Y si pierdes a uno por no perder al otro, tu marca acaba muriendo por envejecimiento”.
Con 40 tiendas en España, Andorra y México, Jaime Landeta no tiene prisa por crecer, aunque sí ambición. Además de las joyas, la firma cuenta con colección para bebés, para perros, perfumes, decoración y papelería. “Lo más importante para cosechar éxito fue saber esperar tu momento. Nunca buscamos un pelotazo, si no saber transmitir nuestros valores”.