
La elegancia de TAG Heuer y Patrick Dempsey se unen en Barcelona
Patrick Dempsey ejerció de maestro de ceremonias en la inauguración de la boutique de TAG Heuer en Barcelona. Para la ocasión, lució el Carrera Chronograph Extreme Sport.
Tag Heuer ha puesto su particular broche a un año intenso y lo ha hecho en España, con la apertura de su primera boutique en Barcelona y con un maestro de ceremonias con el que la firma lleva nada menos que diez años, el actor y piloto de carreras Patrick Dempsey. Decir que su relación es también intensa y fructífera es en este caso algo más que una frase hecha. Y basta escuchar al protagonista para entenderlo: “Son casi 11 años relacionado con la marca y lo curioso es cómo empezó, pues fue con un patrocinio de TAG Heuer a nuestro equipo de carreras para la disputa de Le Mans. Desde entonces, he podido ver el crecimiento y la evolución de la marca, con su innovación y nuevos movimientos. La verdad es que ha sido apasionante y me siento muy a gusto con la marca”.
“He tenido la suerte de conocer a Jack Heuer y veo que su legado sigue vigente –continúa el actor–. Eso es algo bueno de Europa, de las empresas familiares, que mantienen los valores y la tradición. Y en TAG Heuer esto lo hacen muy bien; pasa el testigo a nuevas generaciones para que puedan continuar con su manera de hacer. A veces con la tecnología esto se va perdiendo, se pierde la emoción, el respeto, la artesanía…”.

El alma de piloto siempre está presente en Dempsey, y esa fusión carreras/tiempo que le acercó a TAG Heuer es tan natural como su forma de entender el lujo: “El lujo es la buena calidad, lo hecho a mano, la artesanía, en definitiva” Y es cuando muestra el nuevo reloj que lleva en su muñeca, el Carrera Chronograph Extreme Sport, “que es fiel con el estilo de la marca, y que a pesar de sus 44 mm de diámetro es un reloj ligero. Pero además la combinación de colores permite que sea utilizado en todo momento”.
Y si hay que hablar de una época en la competición automovilística, Dempsey se queda con “los años 50, con Fangio, y también con Portago… Ellos se exponían y arriesgaban mucho más de lo que hacemos ahora. En relojería también, y TAG Heuer siempre ha mostrado una extraordinaria capacidad para adaptarse a las demandas de los mercados, se supo ‘adelantar’ y arriesgarse con piezas como el Monaco, que es una forma un tanto avant-garde”. Y hablando de colecciones, cuando se le pregunta cuál es su preferida entre los Carrera o los Monaco, Dempsey tiene claro que “depende del momento y del evento. Me encanta el Monaco de titanio y 42 mm, es muy ligero y cómodo de llevar… Y el último Carrera es muy elegante y perfecto para la noche”.

Porque incluso cuando los Carrera lucen su estética más extrema, hay un punto de elegancia indudable. Es lo que ofrece el Carrera Chronograph Extreme Sport, una audaz interpretación de su serie de 2016 que fusiona el legendario legado de competición de la marca con materiales de vanguardia y un diseño innovador. Una de ellas es el reloj que lucía Patrick Dempsey en esa velada, una creación que combina el titanio de grado 2 con la cerámica y el oro rosa 5N, ofreciendo un aspecto distintivo y lujoso, una mezcla de sofisticación y deportividad.
Pero hubo otro protagonista en esa noche y fue el espacio que la marca ha abierto en el Passeig de Gràcia, 59 barcelonés. Con más de 80 metros cuadrados, esta boutique presenta el último concepto de diseño de TAG Heuer, que debuta por primera vez en Iberia. Cada detalle, desde la elegante paleta de colores hasta el mobiliario y los expositores, ha sido desarrollado por el equipo de diseño y arquitectura de la firma en Suiza. Como primicia mundial, la boutique de Barcelona cuenta con un bar, y además con una sala VIP para consultas privadas.

Un detalle más de la personalidad de Patrick Dempsey se encuentra en su Dempsey Center, que como él mismo define “es lo más importante para mí porque en la vida estamos para dar un servicio. No tratamos el cáncer, sino a las personas… y también ayudamos a los cuidadores y a los hijos, a coste cero. Los tratamientos han avanzado, pero no el apoyo emocional a las personas”.