La silla de los 100.000 colores

En 1950, Eames Plastic Chair fue lanzada en el mercado como la primera silla con un asiento y respaldo formado por una sola envoltura de plástico – una innovación innovadora desarrollada por Charles y Ray Eames para satisfacer las necesidades de una sociedad cambiante. Hoy en día, la Eames Plastic Chair es considerada como uno de los diseños de muebles más significativos del siglo XX.

Charles Eames se consideraba en primer lugar como un comerciante. Estaba muy interesado en la tecnología y, por lo tanto, era natural que se involucrara con personas o cosas de las que pudiera aprender: consultar a especialistas materiales (fibra de vidrio, madera contrachapada, aluminio), observar al director de cine Billy Wilder en el set (donde Eames creía haber aprendido más sobre la arquitectura que en cualquier otro lugar), o recoger juguetes (fuera de la convicción de que los juguetes eran preludios de ideas serias). Por lo general, el desarrollo de los diseños de Eames fue provocado por una necesidad real e inmediata: una necesidad propia, una necesidad expresada por un amigo, o una necesidad en relación con un edificio o una situación.

La silla de plástico Eames fue desarrollada en 1948 como parte de una entrada para el «concurso internacional para el diseño de muebles de bajo costo» del Museo de Arte Moderno, y es probablemente el diseño que mejor muestra el deseo de Charles y Ray Eames de obtener lo mejor el más para los menos. El objetivo era producir en masa una silla para el mercado doméstico con un asiento y una pieza de una sola pieza. La primera propuesta no estaba hecha de plástico, sino que tenía una cáscara de metal estampada -que resultó ser un asunto costoso- y en su búsqueda de una manera más barata de producir el diseño, la atención de Eames fue pronto atraída por la fibra de vidrio.