Louis Vuitton llevará a Barcelona su colección Crucero 2025

Las colecciones Crucero son el momento del año donde la industria de la moda rinde homenaje al arte del viaje llevando las creaciones de las grandes firmas a destinos lejanos y curiosos. El punto de partida para la creación de estas colecciones es conseguir un equilibrio entre funcionalidad y espectáculo, además de vestir el vacío existente entre el verano y el invierno. De esta forma las marcas rinden también homenaje a culturas locales no siempre visibles en el mundo del lujo emplazando los shows en localizaciones con importantes referencias artísticas y arquitectónicas. Ejemplo de ello es Louis Vuitton, que ha llevado sus colecciones Crucero a destinos como la casa de Bob & Dolores Hope en Palm Springs (California, Estados Unidos), el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (Río de Janeiro, Brasil) o a la isla de Isolla Bella, en Italia.

La próxima parada será Barcelona, con motivo de su colección Crucero 2025. "Es un inmenso placer solaborar con Barcelona, una ciudad que cuenta con un arraigado patrimonio cultural y pasión por la creatividad", afirma Pietro Beccari, presidente y CEO de Louis Vuitton. El desfile de Crucero, diseñado por Nicolas Ghesquière, director creativo de las colecciones femeninas, se une a la celebración de la 37º edición de la Louis Vuitton America's Cup. De esta forma la casa reafirma su vínculo con la Ciudad Condal, a través también de un programa de eventos, una exposición y otras actividades culturales con invitados procedentes de todo el mundo. En este marco, Louis Vuitton presentará también en un kiosco pop-up la nueva edición de su Guía de Viaje, esta vez con Barcelona como protagonista.

La relación de Louis Vuitton con la ciudad se remonta a principios del siglo XX, durante la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, que presentó al gran público las últimas innovaciones en arte e industria. En este evento, Georges Vuitton, hijo de Louis Vuitton fue premiado por sus baúles para transporte de artículos de tocador. En 1987, la maison eligió Barcelona para abrir su primera boutique en España. Ahora cuenta con dos tiendas y seis talleres de marroquinería que emplean a más de 1.800 personas.