Máxima de Holanda y su polémico abrigo
Aparentemente es un abrigo gris oversize con apliques de cristal, formas geométricas y mangas abiertas que le daba un aspecto elegante. Incluso recibió muy buenas críticas en su prima visita al país, por su originalidad y ese aspecto moderno y distinguido de la pieza. Todo cambió cuando lo lucio, por segunda vez, en su visita […]
Aparentemente es un abrigo gris oversize con apliques de cristal, formas geométricas y mangas abiertas que le daba un aspecto elegante. Incluso recibió muy buenas críticas en su prima visita al país, por su originalidad y ese aspecto moderno y distinguido de la pieza. Todo cambió cuando lo lucio, por segunda vez, en su visita a la región de Baviera. Los medios alemanes han reparado en un detalle que hasta ahora había pasado desapercibido. Uno de los dibujos joya, colocados en la espalda del abrigo y en la parte inferior delantera del vestido genera la forma de una esvástica, símbolo asociado al nazismo.
Máxima de Holanda, en sus visitas posteriores, tras haberse hecho eco del aluvión de críticas que estaba recibiendo por las redes sociales y en los medios de comunicación, decidió cambiar el look y ser fiel a su estilo elegante y clásico al que nos tiene acostumbrados con un vestido liso azul oscuro.
Esta polémica choca mucho con la imagen sencilla, cercana y elegante que la reina de Dinamarca ha presentado desde su primera aparición, donde la sencillez y el buen gusto priman por encima de los escándalos y de las posibles polémicas que su imagen pública pueda suscitar en ocasiones. Incluso el estilo al que acostumbra a vestir a sus hijas, las cuales en muchas ocasiones hemos podido verlas luciendo divertidos modelos de la diseñadora española Pili Carrera. Esta situación se contrarresta con la alegría que le ha proporcionado la revista Times, que como cada año, ha nombrado a las 100 personas más influeyentes entre las que se encontraba Máxima de Holanda compartiendo lista, entre otros, con Hillary Clinton, Fraçois Hollande o Vladimir Puttin.