Ogoza, la familia que trajo el ‘barbour’ a España
Como si se tratara de una carrera de fondo, Ogoza Fashion ha ido modificando su planteamiento empresarial adaptándose a las nuevas exigencias del mercado. Y lo ha hecho con éxito.
“Vender es carrera difícil, llegan al final quienes, como los campeones, son fuertes y perseveran”. La frase se puede leer en la entrada de las oficinas del grupo Ogoza Fashion –distribuidor, entre otras, de marcas como Barbour, Belstaff, Harmont & Blaine o Colmar– y define a la perfección el estilo de la compañía, en manos hoy de la tercera generación de la que son cabeza visible los hermanos Carolina y Clemente Gómez de Zamora y su primo Miguel Ángel García. “La frase –dice Carolina– forma parte de un decálogo que escribió nuestro abuelo y define muy bien el sentir y los valores que seguimos transmitiendo a clientes, empleados y proveedores. Eso no quita para que estemos desarrollando lo que llamamos Ogoza 2.0 desde que asumimos oficialmente la dirección del Grupo en 2017”.
Ese 2.0 habla “de eficacia, de eficiencia y de prepararse para los desafíos del mercado, como cuando nos digitalizamos lanzando las webs y la venta online y haciendo cambios internos adaptando la organización a los diferentes canales”. Un comentario que apuntala su hermano Clemente: “Se juntan dos cosas. Primero, somos una empresa tradicional y quizás una rara avis en el mercado porque somos distribuidores en vez de agentes y sigue primando la relación personal con las marcas; pero también hay necesidad de modernizar y adaptar procesos, y esa es un poco la lucha que hemos tenido con la generación anterior, y la suerte es que tanto los padres de Miguel Ángel como los nuestros nos han dejado hacer esa transición. Y no ha sido fácil, porque ha coincidido con la época más difícil para la empresa: una refinanciación financiera, la venta de Gant Lifestyle España SLU, una de las empresas con más peso del Grupo, y la pandemia. Pero estamos ahí; los desafíos a los que nos hemos enfrentado los hemos superado y de momento, con nota”.
El resultado es que siguen siendo líderes en un sector que ha crecido en número de marcas, como bien reflexiona Clemente: “Hay marcas nacionales que están subiendo con mucha fuerza. Yo siempre hablo del test del tiempo… hay que ver cómo evolucionan y cómo aguantan el paso del tiempo. Por eso pongo en valor a marcas como Stone Island o Barbour, que son dos firmas muy diferentes pero que han conseguido en su territorio resultados espectaculares”. Apunta Carolina otros nombres como los de Colmar o Belstaff, que también forman parte de su portfolio y que “cumplen cien años. Tenemos marcas de un nivel espectacular que llevan tiempo en el mercado”.
“Nosotros no hacemos fenómenos. El éxito –insiste Clemente– está en la relación humana con la marca. Por ejemplo, el éxito de Barbour es la relación y las sinergias con sus equipos… llevamos 30 años trabajando con ellos, son familia y actuamos con la marca como si fuera nuestra”. Mientras Clemente dirige Clemente Gómez de Zamora S.A., la empresa distribuidora de Barbour en España, Miguel Ángel dirige Modania S.A., la empresa con un portfolio de 23 marcas de diferentes países, que según Clemente “tiene unos desafíos mucho mayores porque antes tiene que labrarse la confianza de la marca y hacerles entender quiénes somos y cómo trabajamos…”. E interviene Miguel Ángel: “Nuestra fuerza es el conocimiento del mercado y los distintos canales de distribución; nos hemos especializado en cada uno de ellos, ofreciendo un servicio personalizado. Cuando llegan nuevas marcas, les hacemos ver que para entrar correctamente en el mercado hay que trabajar en una organización como la nuestra, porque necesitan un apoyo específico en cada uno de los canales”.
Porque, como asevera Clemente, “nuestra actividad es muy diferente a la de nuestros homólogos europeos. Cuando tenemos una marca con resonancia en el mercado lo que pensamos es en entrar en El Corte Inglés, en desarrollar el retail, el e-commerce y el outlet; tener presencia en los cuatro canales, algo que no hacen ellos. Si no hubiésemos evolucionado en esta dirección, hoy en día no tendríamos la situación que tenemos”.
No hay duda de que el panorama ha cambiado, que las redes sociales tienen su trascendencia en la moda. A modo de resumen compartido por los tres directivos: “Quedan desafíos por afrontar y entre ellos está la evolución de las tiendas multimarca, que sean la cúspide de la pirámide. Porque, en España, hay espacio para gente joven que abra puntos de venta con otro tipo de oferta y de experiencia”.