Revolución en el ciclismo: bicis de bambú
El bambú ha sido denominado el ‘acero natural’ y se viene utilizando desde hace siglos en Asia y América para la construcción de todo tipo de estructuras como puentes, viviendas y todo tipo de mobiliario. Hay muchos arquitectos que reivindican este material para la construcción sostenible, para sustituir al hierro. Pues bien, este material ha […]
El bambú ha sido denominado el ‘acero natural’ y se viene utilizando desde hace siglos en Asia y América para la construcción de todo tipo de estructuras como puentes, viviendas y todo tipo de mobiliario. Hay muchos arquitectos que reivindican este material para la construcción sostenible, para sustituir al hierro.
Pues bien, este material ha llegado al ciclismo. El aluminio, el acero y el carbono son materiales que requieren cantidades brutales de energía para su extracción, manipulación y su reciclado. En cambio, el bambú crece rápido, en multitud de climas y además fija cantidades ingentes de carbono.
Bajo el nombre de bambú se esconde una amplísima subfamilia de gramíneas, con cerca de 1.000 especies identificadas y que algunas de ellas llegan a medir más de 30 metros. Estas ‘hierbas’ tienen usos medicinales, alimenticios, médicos, biomasa, papel,… y ahora, también bicicletas.
Un transporte ecológico
En el mercado internacional, hay varios fabricantes, aunque con precios demasiado elevados. En Estados Unidos, donde son más conocidas, sólo el cuadro puede rondar los 5.000 dólares -lo que lógicamente hace que muchos se decanten por opciones más tradicionales-.
Por suerte el mercado español tiene a dos atrevidos fabricantes, con precios infinitamente más económicos. En Barcelona están los insultantemente jóvenes Marc y Mariana que han aprovechado su pasión por el ciclismo, la ingeniería y la artesanía para buscar una forma de vida. Todavía no han terminado la ingeniería industrial y ya están fabricando sus bicis de bambú.
Bamboo Bikes Barcelona ha empezado por las fixies, bicicletas urbanas ultra sencillas y ligeras, sin marchas y con freno a contra pedal. Ideales para moverse entre el tráfico y que raramente se desajustan. Por alrededor de 1.000 euros podemos adquirir una de estas fixies que son lo más original del panorama ciclista. No hay dos iguales.
También han apostado por un prototipo de bicicleta de montaña, que está sufriendo el test de su propio creador, que intenta ser todo lo descuidado posible: roderas, polvo, charcos, piedras, Marc no se salta ni uno.
Compuesta de 90% de bambú
El proceso de construcción de una bicicleta de bambú lleva aproximadamente 40 horas, sin contar los tiempos de secado de barnices y epoxi. Las uniones de tubo se realizan con fibra de cáñamo, que se endurecen y protegen con epoxi o con fibra de carbono. Los cuadros son en un 90% de bambú ya que algunas partes siguen siendo de metal, como el alojamiento del eje del pedalier, la sujeción de la horquilla delantera y de la tija del sillín.
En Zaragoza tenemos a Antonio Campos de Bambú Campos Bikes, que apuestan por la misma fórmula: bicicletas urbanas de precio contenido. Para el que pregunte sobre la ligereza, los cuadros de Bambú Campos pesan en torno al kilo trescientos, nada que envidiar a cuadros de aluminio o carbono.
Al aluminio primero -y al carbono después- también les costó entrar en el exigente mercado de la bicicleta… esperemos que el bambú tenga una acogida menos escéptica.