Sombreros con los que protegerte del sol sin perder la clase
El artículo que demuestra que se pueden llevar accesorios en la cabeza sin perder la dignidad ni tener que recurrir a las clásicas gorras.
Una de las recomendaciones principales de los dermatólogos para el verano es la de cubrirse la cabeza para protegerse de los efectos nocivos del sol. No solo por evitar que los rayos UVA afecten a la piel de nuestro rostro sino también por preservar que el pelo no sufra.
Esto suele hacerse con una gorra beisbolera y, reconozcámoslo, por mucho que nos guste y haya versiones de lujo que permiten que se lleve incluso con traje –véase Jeremy Strong interpretando el personaje del multimillonario Kendall Roy en la serie Sucession, donde adoptó este complemento con sastrería casi con un uniforme–, no es precisamente la opción más elegante. Por eso hoy hemos querido venir a recordarte que existen otras alternativas que, bien escogidas, no hacen más que elevar un look estival.
Hablamos, como no, de los sombreros, esos accesorios a los que cuesta dar una oportunidad pese a que pueden ser auténticos salvadores de estilo en esta época del año. Los hay de muchos tipos y funcionan igual de bien en el plano formal como en el desenfadado. Aquí tienes algunos ejemplos con los que poder iniciarte.
En lugar de guiarte por los diferentes tipos de sombreros que existen –fedora, panamá, borsalino, etc–, fíjate en el que creas que se adapte mejor a tus gustos.
Para iniciarse, nada como buscar algún modelo sencillo elaborado artesanalmente en material ligero que puedas llevar tanto a la orilla del mar con tu bañador preferido como acompañando una camisa y unos pantalones de pinzas. Este diseño de Prada adornado con una tira negra y el distintivo de la firma es una buena elección.
Otra idea elegante para vestir este verano es este sombrero de paja tipo panamá de Frescobol Carioca. Desde la firma dan el truco para colocárselo correctamente: "siempre sujete el sombrero por el ala, no por la copa, para mantener su forma y evitar daños. Utilice la palma de la mano abierta para sujetar la copa si es necesario".
El exclusivo sello de sombreros Borsalino cuenta con una elegante selección de estos accesorios con la que es imposible fallar. Uno de ellos es este bautizado como Montecristi, el cual se puede tardar hasta seis meses en elaborar en su tejido excepcionalmente fino, ligero y elástico con la delicadeza de la seda tras pasar por todos los procesos de moldeado, corte, cosido y acabado.
Los diseños en tonos naturales son los más versátiles, pero no son los únicos que pueden dar juego a la hora de elaborar un look. Este sombrero de silueta fedora de Maison Michel realizado en Italia a base de paja en color marrón cedro es un gran ejemplo.
Una última opción para quienes anden en busca de algo desenfadado es este sombrero beige con rayas de colores de la marca Paul Smith que es ligeramente más pequeño pero cuenta con ala ancha para mayor protección.