Tissot presenta los nuevos PRX de 38 mm: titanio y acero de Damasco
La firma suiza Tissot amplía su icónica colección PRX con tres modelos automáticos en 38 milímetros, elaborados en materiales inéditos para la marca. Ligereza, precisión y artesanía se combinan en una propuesta que une innovación y legado.
Tissot amplía su reconocida línea PRX con tres nuevas versiones automáticas de 38 milímetros que introducen materiales inéditos en la colección: el titanio y el acero de Damasco. Con esta actualización, la casa suiza responde a las peticiones de los entusiastas que reclamaban un tamaño más reducido, sin renunciar a la estética audaz y contemporánea que caracteriza a este clásico moderno.
Presentado por primera vez en 1978, el PRX —cuyo nombre alude a Precisión y Resistencia— se consolidó en los últimos años como un icono de la relojería por su diseño integrado, su perfil fino y su robustez. En su nueva generación, Tissot lleva la colección a un nuevo nivel técnico y estético, con materiales que reflejan tanto la herencia de la marca como su espíritu innovador.

Dos de los nuevos modelos están fabricados íntegramente en titanio, un metal apreciado por su ligereza, durabilidad y comodidad. Las versiones se presentan con esferas azul oscuro y antracita, ambas decoradas con el motivo gofrado característico del PRX y detalles en tonos metálicos y oro rosa. Estas piezas destacan por su equilibrio entre elegancia y resistencia, pensadas para acompañar el ritmo diario con discreción y estilo.
El tercer modelo incorpora por primera vez en la historia de Tissot el acero inoxidable de Damasco, conocido por sus singulares patrones ondulados y su gran resistencia. Tanto la caja como la esfera exhiben este material, que crea reflejos cambiantes y únicos en cada pieza, haciendo que ningún reloj sea igual a otro. El resultado es una fusión entre tradición artesanal y tecnología contemporánea, reforzada por una correa intercambiable de piel granulada con detalles en acero de Damasco.

En el interior, los tres relojes laten con el movimiento Powermatic 80, un calibre automático con una reserva de marcha de 80 horas y espiral Nivachron™, resistente a los campos magnéticos y a las variaciones de temperatura. El mecanismo, visible a través del fondo de la caja, está protegido por un cristal de zafiro que garantiza durabilidad y claridad visual.
Tissot continúa así su trayectoria de innovación en materiales, una constante que ha acompañado a la marca durante más de un siglo. Desde el Sideral de 1969, primer reloj en fibra de vidrio, hasta el RockWatch de 1985, fabricado en piedra natural, la firma ha sabido combinar técnica y creatividad para redefinir los límites de la relojería tradicional. Con los nuevos PRX, este espíritu pionero se reafirma, incorporando materiales avanzados y procesos como el prensado isostático en caliente, utilizado para crear las capas características del acero de Damasco.

El resultado son tres relojes que resumen la filosofía de Tissot: unir herencia, precisión y diseño en una misma pieza. Los nuevos PRX Powermatic 80 de 38 mm representan una evolución natural del clásico contemporáneo, y confirman que la innovación también puede ser un homenaje a la historia.