Traje azul, de día y de noche

Un traje de raya diplomática, un blazer con pantalones grises de franela peinada, y un traje de chaqueta cruzada azul. Estas son las prendas imprescindibles en el guardarropa masculino entre otoño e invierno. Lo asegura Carlo Andreacchio, propietario de la sastrería milanesa A. Caraceni: “Con estas tres propuestas tenemos una solución adecuada para todos los momentos del día”.

EN EL TRABAJO Y AL SALIR. “El traje diplomático, en franela peinada y con rayas azules, es apto tanto para las reuniones de trabajo como para momentos menos formales. Con chaqueta de dos botones y combinando con una camisa azul claro –la blanca es más para la noche–, evitar la corbata regimental, para no llevar rayas sobre rayas”. El abrigo, gris, y, en los pies, unos derby negros.

COMO UN ESMOQUIN. La hora del aperitivo es límite para esta prenda, mientras que el blazer se puede lucir también por la noche, siempre que no se trate de una cena demasiado formal. “Elegante y deportivo al mismo tiempo, el blazer es un verdadero salvoconducto otoñal. Pantalones de franela peinada gris, con pinzas y dobladillo, una corbata regimental, una camisa azul claro y zapatos Oxford marrón de ante. Y si hace frío, “con un gabán tirando al verde no hay posibilidad de equivocarse”.

NOCHE INFORMAL. Finalmente, para la noche, el teatro, las ocasiones más formales o las citas románticas, es conveniente el traje de sarga azul. “Si se está de viaje, con una corbata también azul oscuro, puede incluso reemplazar al esmoquin”. De hecho, hablamos de un traje importante, con chaqueta cruzada de seis botones y pantalones sin dobladillo (prohibido por la noche). “Obligatoria la camisa blanca, mejor si es con gemelos. La corbata será de raso azul y el zapato negro, liso y brillante”.

Príncipe de Gales, el rey del traje

Enrico Dal Bueno