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Los tres relojes con los que Barry Keoghan se convirtió en uno de los mejor vestidos de la gala del MET

Barry Keoghan llevó hasta tres relojes en un mismo look para desfilar por la alfombra roja del MET y el resultado no pudo salirle mejor.

The Garden of time (El jardín del tiempo), la obra que J.G. Ballard escribió en 1962 y se centra en la decadente vida del conde Axel y su esposa en una villa llena de pinturas, jarrones, bustos y un exquisito jardín, era la pista que se había dado desde la organización de la gala del MET para que los invitados entendieran el dress code de esta edición. Pero, como siempre ocurre cuando se da una referencia tan amplia para obedecer a una etiqueta, la manera de aterrizar esas ideas en la práctica pueden ser muchas y muy variadas. 

La mayoría de los asistentes interpretaron la obra desde el prisma más bucólico poniendo especial atención en las flores, pero hubo quienes, como Barry Keoghan, decidieron centrarse en el concepto del tiempo. Es por eso que el protagonista de Saltburn quiso que su estilismo –uno de los más aplaudidos de la noche– estuviera formado por no uno sino hasta tres relojes diferentes. 

Barry Keoghan llegó al Museo Metropolitan de Nueva York acompañado por Sabrina Carpenter, lo cual fue ya toda una sorpresa teniendo en cuenta que hasta ese momento ni él ni la cantante habían confirmado estar manteniendo una relación pese a que llevaban semanas perseguidos por incesantes rumores.

Una vez pasado el impacto inicial por este primer posado conjunto de la pareja llamada a ser icónica en la generación Z, lo que generó más conversación entre los amantes de la moda fue el look que el actor escogió para el evento. 

Un traje de conde y un trío de relojes

El intérprete irlandés confió en Burberry, firma que creó para él un traje que combinaba las raíces de  la sastrería tradiciona con elementos inspirados en Savile Row y detalles de la época victoriana para reflejar el carácter del protagonista de la historia que inspiraba el código de vestimenta de la noche.

El conjunto con chaleco a juego había sido realizado a mano en Italia en terciopelo color oliva y como acompañantes llevó además de una camisa blanca de popelina de seda con un prominente cuello con lazada y un sombrero de copa, unas botas negras con cordones que ponían el toque de vanguardia.

Barry Keoghan con look de Burberry en la gala del MET.

Lo más sorprendente de la propuesta que ideó Barry Keoghan para una velada tan importante con la ayuda de su estilista Ilaria Urbinati fue, sin duda, el trío de relojes de la marca Omega con el que la completó. 

En cada una de las muñecas por encima de los puños de la blusa lució un reloj de pulsera, uno de oro amarillo con que marcaba la hora de Dublín y otro con el que podía seguir la hora de Londres.

El tercer reloj era el diseño más especial, ya que se trataba de un extraño modelo de bolsillo Lépine Sideros muy fino de estilo art decó de los años 30 con esfera en dos tonos. Este último, por cierto, no funcionaba. Llevó este elemento vintage completamente parado para así invitar a la reflexionar con halo poético sobre el paso del tiempo en "ninguna parte".

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