
La esencia de una ciudad
El hotel Villas Foch, un exquisito cinco estrellas en el centro de Burdeos, refleja la esencia de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad: neoclasicismo y modernidad en un ambiente de delicado lujo.
Algunos hoteles tienen la capacidad de reflejar la esencia de la ciudad en la que se sitúan. Difícil misión, cuando se trata de una urbe monumental e histórica y, como en este caso, Patrimonio de la Humanidad. Hablamos de Burdeos, en Francia, a apenas 200 kilómetros de la frontera con España, y de uno de sus hoteles más exquisitos: Villas Foch.
Situado en un palacete del siglo XIX cuidadosamente remodelado, Villas Foch es un hotel de cinco estrellas con la capacidad, efectivamente, de reflejar la delicada monumentalidad, la combinación de neoclasicismo y modernidad, que caracteriza a Burdeos. Su localización es todo un privilegio: junto al monumento a los Girondins –a apenas cinco minutos andando del casco viejo, por tanto– y en uno de los más presitigiosos distritos de la ciudad, Chartrons.
La remodelación del edificio que lo acoge es obra del arquitecto local Joseph-Adolphe Thiac, toda una celebridad en la ciudad, conocido por la restauración de la catedral y la construcción del Palacio de la Justicia. El resultado atrapa al visitante desde el mismo momento en el que cruza la puerta para descubrir una monumental escalera, sobre la que cuelga una espectacular lámpara convertida ya casi en una seña de identidad del hotel.

Sus 20 habitaciones –incluidas ocho suites– han sido cuidadosamente diseñadas para acoger al huésped en un ambiente señorial, pero, sobre todo, confortable: paneles de maderas blancas, molduras, suelos de claro parqué, chimeneas, una cuidada decoración y ropa de cama de elaboración francesa que elevan el concepto de lujo a otro nivel, a lo que contribuye, sin duda, un servicio a disposición del cliente no solo para atender su estancia en el hotel, sino también par servir de consejero en la visita a la ciudad.

En el caso del hotel Villas Foch, el cocktail bar Le Ferdinand no es un mero añadido destinado a ampliar la oferta del establecimiento. Es, en realidad, un cuidado espacio que reproduce el ambiente del hotel en torno a una oferta de cuidados cócteles y, por supuesto, también vinos de la comarca, especialmente de Saint-Émilion, en cuya selección han intervenido personalmente los dueños del establecimiento.
El espacio de spa&fitness del hotel Villas Foch –con piscina, sauna y gimnasio– se presenta así como el lugar adecuado para completar, en torno al merecido relax, una jornada monumental.