Fernando Velázquez, compositor: «Me encanta crear cosas que no existen»

Si hacemos un repaso por los títulos españoles más destacados de la temporada en lo que a películas y series se refiere, comprobaremos que hay un nexo en común en muchos de ellos: Fernando Velázquez. Solo el pasado año él ha sido el responsable de poner música a las cintas La infiltrada, La casa y Buffalo Kids, además de a proyectos televisivos tan potentes como Querer, Invisibles o La última noche en Tremor; algo que no debería sorprender demasiado si tenemos en cuenta que en su abultado curriculum figura la composición de bandas sonoras tan emblemáticas como las de Lo imposible, Ocho apellidos vascos, Patria o Un monstruo viene a verme; por algunas de las cuales ya tiene diversos reconocimientos a los que podría sumar alguno más en la próxima edición de los Goya. 

"Estoy emocionado por estar de nuevo nominado a los Goya y con dos proyectos muy diferentes –compite por la BSO de La infiltrada y la canción original de Buffalo Kids y opta también a un Feroz por La casa–. Es muy bonito y me alegra muchísimo porque he tenido la suerte de hacer historias muy diferentes y muy importantes.  Además cada una tiene detrás un espíritu, un corazón y una motivación", cuenta a Gentleman el compositor. "Por primera vez puedo decir que voy feliz. Voy a celebrar lo que he hecho porque el premio creo que ya lo tengo por haber tenido este año tan intenso y haber creado tantas cosas”, añade.

Reconoce Velázquez que, junto a las muchas horas de trabajo, parte del mérito de estos triunfos lo tiene su capacidad para saber elegir, y aquí su principal guía no es otro que el instinto. "Hay una intuición, algo de ‘esto tiene buena pinta’", comenta. "Por ejemplo, cuando me propusieron trabajar con Arantxa (Echevarría) me gustó porque ya conocía su trabajo y me había impactado. Me pareció que si estaban ella y Carolina Yuste sería increíble y así fue. Con Alauda (Ruíz de Azúa) ya había trabajado muchas veces en cortos y en publicidad por lo que con ella es sí a todo. Ellas, igual que otros como Oriol Paulo o Paco Caballero, trabajan desde la confianza, desde el entusiasmo. Te hacen sentir lo afortunados que son de contar contigo y eso es increíble. Solo el proceso ya merece la pena", afirma el músico, quien sabe muy bien lo largo que a pesar este puede llegar a ser. "Ahora con las películas no es como antes que había que cortar el negativo y se pegaba como si fuera corte y confección. Ahora los proyectos cambian hasta el último minuto, están cambiando prácticamente hasta que se emiten por lo que tienes que ir probando. Esto es bonito porque te permite explorar más”, repasa Fernando Velázquez al explicar que muchas veces son modificaciones aparentemente inapreciables para el espectador pero que resultan definitivas para el resultado final. "Puede ser un matiz muy sutil, una nota que dura un poco más o un poco menos, si el timbre era más el clarinete o el violín, la cantidad de reverb que tiene el piano… por un lado es agotador porque todo puede cambiar en cualquier momento, pero por otro lado permite conquistar y explorar mucho y eso es muy bonito". 

Sonarem, su gran espectáculo

Un estudio o una sala de montaje son dos hábitats en los que Fernando Velázquez se desenvuelve con gran soltura y dice sentirse feliz, pero si hay un espacio en el que admite encontrarse más cómodo que en ningún otro es frente a una orquesta. "Es el lugar en el que me siento al 200%. Es un lugar mágico porque realmente creo que hacer música de orquesta en directo es de las cosas más impresionantes que ha conseguido hacer el ser humano", justifica. Por eso prepara con tanta emoción el concierto que se celebrará el próximo 24 de enero en Madrid. 

Bajo el nombre Sonarem, este espectáculo contará con algunos de los artistas pop más potentes del panorama nacional como son Rozalén, Zahara, Nil Moliner, María José Llergo, AMBKOR, Rei Ortolá o Leire Martínez –será su primera actuación tras su salida de la Oreja de Van Gogh–, quienes ofrecerán algunos de sus grandes éxitos en versión sinfónica junto con la Orquesta de la Comunidad de Madrid y la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid (ORCAM y JORCAM) con los correspondientes arreglos que el propio Fernando Velázquez ha realizado en exclusiva para la ocasión. "Es un concepto que no se hace y te deja pensando, ¿qué será? Y es que hay una cosa muy bonita de de lo que hago, que a mí me da miedo decir mi profesión porque también es mi hobby y mi pasión y mi vida; y me encanta porque es crear cosas que no existen", argumenta el músico, quien después de haber triunfado con un modelo similar en el País Vasco, tratará de repetir el éxito en el Teatro Real de la capital española con fines solidarios ya que todo lo recaudado irá destinado a la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV) para la rehabilitación y recuperación de los 32 centros educativos afectados por la DANA, además de a la compra de instrumentos.

"Los artistas se han sumado felices porque, de alguna manera, cuando tú cantas o tocas dices '¿yo cómo voy a ayudar?', pues mira, esta es una bonita manera de hacerlo y de presentar algo especial que no defrauda (...). Creo que sí que todo el mundo que venga va a querer repetir", afirma.

Lo que hace tan atractiva esta propuesta de Fernando Velázquez es precisamente esa ruptura con los convencionalismos de la que hace gala. "Yo me he encontrado en tierra de nadie porque hago cosas que no existen", dice el organizador de este evento, quien reconoce que hay "un punto de odasía" porque muchas personas no terminan de entender que en "templos" como el Teatro Real pueda sonar pop con una orquesta. "Nunca lo he visto como algo contradictorio, es algo que me parece muy natural y ni siquiera le pondría una etiqueta (...). No creo en esa ortodoxia de las escuelas que dice que esto hay que hacerlo así y así se hace". Lo ves y estás simplemente es música", puntualiza.

Sonarem no es lo único que mantiene a Velázquez entretenido en los últimos tiempos. Aunque reconoce que a veces resulta "agotador" andar en tantas cosas, no puede evitar seguir aceptando ofertas. Sobre todo si son tan tentadoras como el proyecto que se trae entre manos: un musical que homenajea la figura de Audrey Hepburn. "Es un género que me vuelve loco el escénico (...). Es un musical divertidísimo que supone también hacer otra cosa que no existe porque por crear vamos a crear hasta el teatro", explica entre risas el compositor sobre esta obra promovida por José Ignacio Salmerón y el hijo de la propia Audrey Hepburn, Sean Hepburn Ferrer, quien se ha trasladado a Madrid para para trabajar en esto que prevé estar listo para diciembre de 2025.