J. K. Franko posa para Gentleman en la terraza del Wellington Hotel & Spa Madrid.

J.K. Franko: “Lo interesante es qué tiene que pasar para que una persona normal asesine”

El éxito de su trilogía La ley del Talión llevó a J.K. Franko a dejar su carrera como abogado para centrarse en la escritura. En Hasta que tu muerte nos separe recupera su leitmotiv: situar a personas ‘normales’ en la tesitura de asesinar.

Tejano (1968), con ascendientes y conexiones en España (está casado con Raquel Cordón, hija del empresario Publio Cordón, secuestrado y asesinado por la banda terrorista GRAPO en los 90), J. K. Franko era antes –es una forma de decirlo– Raúl Calvoz, abogado civil con una carrera más que asentada en Estados Unidos que en sus ratos libres se entregaba al hobby de escribir. De ahí salió la novela Ojo por ojo, primera entrega de una trilogía completada por Diente por diente y Vida por vida y unificada bajo el nombre de La ley del Talión que se convirtió en un éxito editorial en su país con más de un millón de ejemplares vendidos. Su última novela, otra trama de familias ‘normales’ en las que el asesinato irrumpe como una opción válida, se llama Hasta que tu muerte nos separe y ha sido publicada en España por Roca Editorial. Este mismo año, J.K. Franko –el nombre adoptado como escritor– prevé publicar el libro de relatos cortos Cartas de amor y la novela Navidad en Madrid.

Trama y suspense por encima de todo; lenguaje sencillo y fácil de leer, sin florituras literarias. ¿Es lo buscado?

La trilogía es un poco más literaria. Pero Hasta que tu muerte nos separe está diseñado un poco más para el mercado de masas, y enfocado para convertirse en una serie o en una película. Por eso casi todo ocurre en una localización, prácticamente no se mueven del viñedo, y la división en capítulos breves hace que la historia te lleve hasta el final más rápido.

Contaba una escritora a esta revista que, desde el mismo momento en que la editorial elige la portada de un libro, está decidiendo a qué público va dirigido y si pretende que sea un bestseller de venta en aeropuertos e incluso supermercados. Parece el caso de Hasta que tu muerte nos separe… ¿Se siente cómodo con ese perfil?

Pienso que al final lo que hacemos es contar un cuento, a adultos o niños, y es un mensaje que el autor quiere transmitir que conlleva unos temas, unos argumentos. Y eso se puede hacer de forma superliteraria o supersencilla, hay muchas formas de hacerlo. Pero para mi gusto, si mantiene el interés del lector, es entretenido y presenta un argumento o una pregunta de calidad o universal pues eso es literatura. Y lo demás es marketing para que le llegue a quien le pueda interesar este tipo de historias.

Como en la trilogía, gran parte de la trama de este libro va sobre personas ‘normales’ manejando la opción de asesinar.

No me interesan los asesinos en serie o los locos que matan porque son locos, eso es algo raro. Lo que me interesa es explorar qué tendría que pasar para llevar a una personal normal a ese punto, y eso es lo que miro tanto en la trilogía como en este libro. Mary Miracle [la protagonista] es una chica que vive con su abuela, que está pensando en volver a la universidad para estudiar Derecho, casada, todo muy normal, y poco a poco se va enterando de secretos de su marido hasta que llega un punto en que estalla. Y ese punto para mí es lo interesante, y llevar al lector por ese camino para que el también él piense ‘esto sería suficiente para mí’, puedo entender, o no, lo que está haciendo este personaje’.

¿Cómo fue ese proceso desde la abogacía hasta la escritura?

Trabajé como abogado de litigio civil durante muchos años, pero siempre me interesó escribir, lo hacía como hobby. Escribí un primer libro que no tenía nivel para ser publicado, digamos que estaba en un 6 sobre 10. Creo que Ojo por ojo ya tenía un 7,5 o 8. Dejé la abogacía cuando terminé la trilogía, cuando dije ‘esto puede funcionar y necesita mi tiempo 100%’. Además, como todo mi aprendizaje para escribir era practicar y leer, decidí volver a la universidad para hacer un doctorado de Literatura que estoy terminando ahora.

¿Cómo es ahora su día a día? Al parecer, es un escritor disciplinado, de rutinas.

Sí, sí. Ahora, se me ha liado todo un poco con el doctorado. Pero si tengo mi vida como yo quiero, me levanto muy temprano, como a las 3:30 o 4 de la mañana, escribo 4 o 5 horas y luego empiezo el día normal y hago otras cosas, cuando todo el mundo está despierto y ya no importa si tocan al timbre o suena el teléfono.

J. K. Franko posa para Gentleman en la terraza del Wellington Hotel & Spa Madrid.
Fotografía:Carlos Luján
“Si no existieran las leyes, seríamos salvajes”, afirma J.K. Franko.

Además, con una forma de trabajar muy estructurada.

Sí, empiezo con un concepto y acabo utilizando un excel en el que resumo cada capítulo, con los personajes que salen en cada uno, y voy viendo que, si en el capítulo 6 sale la trama de un personaje, el lector no se puede quedar sin verla otra vez hasta el 24, pues pasa tanto que le quita un poco de movimiento al libro. También lo utilizo para organizar los giros, para sembrar la semilla que, cuando el lector la lea, indique algo, pero que no sea lo obvio.

El libro, como la serie de televisión Yellowstone, con Kevin Costner, refleja un mundo que tiene poco que ver con España, pero que al parecer nos atrae.

Está bien la comparación con Yellowstone, porque este libro es un poco un wéstern, tiene mucho de las convenciones de un wéstern: el viñedo, el rancho, el Gobierno con los impuestos que viene a quitárselo al propietario, otro rico del pueblo que quiere comprar… Quise coger ese género y mezclarlo con el mío, de novela negra, policiaca, actualizándolos los dos.

Hablando de tramas. Se lo habrán preguntado mil veces: ¿está en su cabeza escribir sobre el ‘caso Publio Cordón’?

Es un tema que tengo pendiente y seguro que haré algo. Ya he empezado a tomar notas…, pero no es un proyecto con fecha.

Dedica usted este libro a su suegra, la viuda de Publio Cordón, Pilar Muro, “una mujer fuerte, una mujer motivada donde las haya”; por cierto, un libro en el que uno de los personajes principales no puede ser más machista.

Sí, es muy machista. Va ligado a ese concepto de la mujer motivada. Como este libro hace hincapié en eso, no solo la dedicatoria, parte de lo opuesto es este personaje un poco estereotipo que fue muy divertido escribir.

El matrimonio Miracle, el protagonista de Hasta que tu muerte nos separe, ¿sería votante de Trump?

No lo sé. Estadísticamente, si viven en Texas, pues sí. Pero podrían ser de cualquier lado, dependiendo del momento político. Hay muchos de derechas que votaron a Barack Obama porque querían un cambio… América es mucho de cambiar de administración y, como solo hay dos partidos, se hace bastante fácil. Así que cuando se va demasiado a un extremo, cambiamos para que se vaya al otro y quede en el centro, que es lo que quiere la mayoría del país.

¿Cree que todos podemos traspasar la línea? ¿Que determinadas circunstancias pueden ponernos en la situación de justificar o cometer un asesinato?

Absolutamente. Creo que, desde un punto de vista filosófico, es el fundamento de la trilogía y de este libro. Tenemos estas instituciones de Derecho y de Justicia para intentar un contrato social entre todos que evite estas cosas. Si no, creo que somos bastantes salvajes y, con un poco de oportunidad, la gente se vuelve bastante salvaje. Teniendo estas instituciones para frenarnos, lo interesante es cuánto tiene que pasar, teniendo en cuenta no solo la conciencia o la moral, sino también el sistema judicial y el posible castigo, para dar ese paso. Tanto en la trilogía como en este libro, no son solo los daños directos a nosotros, sino también a los que queremos, lo que nos lleva a esos extremos.

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