Javier Rey se enfrenta al Apocalípsis en la ficción sonora

Consolidado como uno de los rostros más queridos del cine y la televisión en España, Javier Rey da un paso más en su carrera y se sumerge en el mundo del audio con un proyecto tan apocalíptico como adictivo. Ahora Audible.es lanza en exclusiva ‘Apocalipsis Z’, una adaptación sonora de la obra de Manel Loureiro dirigida por Manuel Sanabria.

En este nuevo reto, Rey presta su voz al propio Manel, el protagonista de una historia en la que un brote es la clave. Los rebeldes liberan inadvertidamente una enfermedad que convierte a las personas infectadas en una especie de zombies agresivos y el virus se propaga rápidamente en todo el mundo.

Una narrativa inquietante, acción trepidante y un reparto de voces de lujo hacen de ‘Apocalipsis Z’ una experiencia inmersiva para no dejar de escuchar. ¿Estás preparado para sobrevivir al fin del mundo?

Del cine… al audio. ¿Cómo piensa que ha cambiado el consumidor y el mercado en estos años, hacia dónde cree que se dirige?

El consumo en general cambia cada cierto tiempo. Ahora vivimos en una época en la que se disfruta más en casa, en movimiento, en audiovisual, en audio, audiolibros, ficción sonora… Antes el consumidor se adaptaba a una manera y ahora es él el que elige cómo consumir el producto.

¿Y cómo ha sido la experiencia con Audible de enfrentarse a este reto interpretativo solo con la voz? ¿Qué tiene que no ofrezcan otros formatos para un actor como usted?

Por una parte, estás un poco protegido, porque no sales de un habitáculo mientras lo haces, pero es algo totalmente diferente, la verdad. Siento que he estado bien acompañado por Manu, nuestro director, y la verdad es que intentamos acercar la manera de hacer a lo que podría ser un rodaje, de manera natural. El resultado es que soy una pieza de algo, que es un engranaje grande, porque hay que meter muchos efectos, situaciones, y que va más allá de alguien leyendo.

¿Es la voz algo imprescindible en las historias?

Me doy cuenta de que mucho. La imagen apoya la información y al no tenerla hay que modular de una forma diferente. Yo que era inexperto, me iban guiando para darle vivacidad y poder ser la imagen dentro de la voz.

En la historia, un joven abogado es testigo del brote en su pequeño pueblo, su único foco se convierte en la supervivencia a medida que navega por el territorio de Galicia, antes familiar, ahora transformado en una pesadilla. ¿Cómo es “volver a casa”, ya que usted también es de Galicia?

Es maravilloso. Yo además tengo un gran recuerdo. Me leí la novela hace muchos años y es una historia que siempre tenía ahí, que me gustaba y, fíjate, con el paso del tiempo, cuando la lees te das cuenta de que es como un punto de partida que podría ser hasta pandémico, de alguna manera. A mí me da mucho gusto enmarcar todo eso en lugares que conozco personalmente porque para mí, imaginarme por una ría, en un barco, en el puerto de allí, es algo que tengo muy en mi piel.

¿Con qué se queda de esta obra en la que ha participado? ¿cuál sería su mensaje? ¿Y, repetiría?

Pues yo creo que es una manera diferente de entrar en una novela, porque al final yo lo veo como una superproducción realmente, donde solo tienes que dejar tus sentidos, cerrar los ojos, que nosotros nos encargamos del resto, con todos los efectos y situación que envuelve la novela. Si, repetiría, ¿por qué no? Entré con más miedos de los que salí.

Esta ficción sonora mezcla acción, drama y momentos muy humanos en medio del caos. ¿Qué fue lo que más le atrajo del personaje?

Lo que más me atrajo fue la historia en sí, porque yo era fan de la novela.
Me parecía un reto interesante.

Y en un mundo postapocalíptico como el de ‘Apocalipsis Z’, ¿qué tres cosas no podrían faltarle para sobrevivir?

Uy qué buena. Supongo que algo con lo que hacer fuego, un vehículo todoterreno y encontrar una pequeña isla donde ir, asegurándome que no haya nada dentro.

Más allá del apocalipsis, ¿qué papel juega el audio en su vida diaria? ¿Es consumidor habitual de audiolibros, podcasts o música?

Si, sí. Pero selecciono mucho porque me paso casi todo el tiempo trabajando. Divido entre ver una peli en un avión o en casa. De repente estoy escuchando algo mientras hago alguna tarea o prestar solo atención a una ficción sonora en un determinado momento… Voy variando.

Recientemente también se ha estrenado ‘La Frontera’, thriller policial con una historia de amor imposible y con ETA de fondo… ¿qué nos cuenta de este trabajo que no tenga otros aparte de la trama?

Pues estoy muy contento. Estamos empezando a recibir el feedback de la gente que lo ve y está siendo un momento bonito porque lo está viendo mucha gente en prime video. Aún es pronto para saber el recorrido que tendrá, pero estamos tendiendo buenas sensaciones.

Después de tantos años y series, ¿qué personaje le queda por hacer?

Me quedan muchísimos. Siempre decía: quiero hacer un superhéroe y ya lo he hecho. Ahora me voy haciendo más mayor y me voy acercando a personajes que antes no podía hacer, de manera natural. Es lo bueno de este oficio, que nunca te quedas en el mismo lugar y van apareciendo personajes muy chulos, aunque no hayas pensado en ellos.

¿Qué le ha enseñado el mundo del cine después de tantos años?

Prácticamente todo. Llevo más años de mi vida haciendo ficción que no haciendo y muchos de mis pensamientos de vida y valores vienen en base a lo que supone el trabajo en equipo para sacar una película adelante, etc. Mis amistades… la inmensa mayoría de mis viajes no han sido por ocio, sino por trabajo. Realmente es como que forma parte de mi ser y creo que en un mundo apocalíptico moderno como el que hablamos, sería un ser humano que no tendría mucho que aportar (entre risas).

¿Considera que vivimos en un mundo cada vez más fugaz, ahora con las redes sociales o la IA?

Totalmente. Siento que todo va muy rápido. Incluso parece ser que ya hay gente que ve las ficciones a más velocidad… pero bueno, al final, nosotros hacemos las historias. El consumo no forma parte de nosotros, sino de otras cosas. Yo, cuando intento ser positivo, pienso que el consumo siempre ha cambiado y lo que tenemos ahora volverá a cambiar. Si miras el recorrido de la fotografía, se pasó de la analógica a la digital, se dejaron de hacer prácticamente carretes, y ahora se está volviendo a hacer foto analógica, a escuchar vinilos… Es algo cíclico. Nuestra única responsabilidad es hacer buenas historias.

Volviendo al estilo de vida: ¿cómo desconecta Javier Rey después de una jornada intensa de grabación o rodaje?

Viendo cine (entre risas). Intento estar con mi gente, hacer mucho deporte, ver películas, series…Las hago y las consumo.

Y, para terminar, si pudiera enviarle un mensaje de voz a su “yo” del pasado, justo antes de empezar su carrera como actor, ¿qué le diría?

Wow. Pues ¡Disfruta!

¿Y a las siguientes generaciones?

Lo mismo. No hay que pensar en el resultado, sino disfrutar.