Bastó asistir a la producción previa a esta entrevista para comprender la forma de ser y de actuar de Juana Acosta (1976, Cali, Colombia). Perfeccionista sería la palabra que mejor define a la persona que, además, disfruta con lo que hace. Porque la actuación forma parte inexorable de su vida y también de sus proyectos de futuro.
No sería descabellado decir que se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera –basta con recordar que este año la hemos visto en Netflix con una serie como Medusa que obtuvo un buen reconocimiento de crítica y espectadores y de la que está ya en preparación la segunda temporada–, con rodajes que simultánea entre España y Colombia. “Es la primera vez –dice Juana Acosta– que compagino dos proyectos entre España y Colombia, así que se vienen meses de intenso trabajo [después de esta producción partía para su Colombia natal]. Creo que la única manera de sobrellevarlo va a ser estar muy concentrada y con el foco muy bien puesto”.
Y sin perder un minuto, Acosta añade: “Me gustaría tener el poder de mi personaje en Matices, que es la serie que estoy estrenando ahora…”. En ella da vida a Ana, que “es una mujer rota, con su autoestima por los suelos, víctima de violencia doméstica. Para preparar el papel tuve largas conversaciones tanto con psiquiatras como con psicólogos. Mi personaje se llama Ana Morantes porque es un homenaje a Ana Orantes, la primera mujer en España víctima de violencia de género que se atrevió a denunciar en el año 1997 y pocos días después fue brutalmente asesinada por su ex marido. Hoy, casi 30 años después, nos encontramos con una cifra escalofriante, según ONU Mujeres, en la que ocho de cada diez mujeres que llegan a los hospitales han sido agredidas por sus parejas o exparejas. Creo que esta estadística –continúa la actriz– sirve como llamado urgente para la prevención, protección y atención a las víctimas”.
Estaba claro que lo suyo iba a ser el mundo del arte: bailarina, carrera de bellas artes e interpretación.
¡Sí, estaba clarísimo! Desde pequeña fantaseaba con ser bailarina o actriz. Recuerdo que durante los veranos preparaba obras de teatro con mis amigas y al final de las vacaciones se las presentábamos a nuestros padres… Lo disfrutaba muchísimo y la verdad es que siempre me gustó jugar a ser otra.
Y nunca le ha faltado trabajo. Eso dice mucho de la profesional Juana Acosta.
Afortunadamente, he trabajado mucho y espero seguir haciéndolo. Nuestro oficio es muy inestable y esto no es algo tan fácil de gestionar. Me siento muy orgullosa del equipo internacional que he formado entre España, Colombia, Francia, México y Estados Unidos. Así, las posibilidades de trabajo son mayores y diversas.
¿Cómo recuerda su llegada a España? ¿Fue difícil hacerse un hueco?
No fue fácil. Crearse un espacio en una industria que no es la tuya nunca es fácil, han sido años de trabajo, entrega y dedicación.
Y en su opinión, de aquel cine que se hacía entonces al de ahora ¿qué ha cambiado? ¿Ha mejorado el cine español?
Ha cambiado, sí. Particularmente valoro muchísimo que hay más presencia de directoras mujeres y, con la llegada de la plataformas, la industria está más globalizada; los actores latinos tenemos más hueco en España y viceversa.
Hay un momento en el que se produjo un punto de inflexión en su carrera, y es de la serie Crematorio. ¿Qué significó para usted?
Crematorio marcó un antes y un después en la ficción española, se empezaron a hacer series mucho más cuidadas y con equipos de cine. Con mi personaje gané el premio de la Unión de Actores, que para mí fue muy importante porque interpretaba a una española. De alguna manera, sentí que se me abrían las puertas.
Y ya que hablamos de cine español, ¿cree que los españoles infravaloramos nuestro cine?
¡Sí! Creo que el cine español está mucho más valorado afuera; en Latinoamérica adoran las propuestas españolas, que para mí son valientes y con mucha identidad.
Dígame cuál es su principal virtud como actriz y ese defecto con el que siempre tiene que pelear.
Soy una actriz muy disciplinada y eso me ha ayudado mucho a cumplir mis sueños y objetivos, pero también a veces me gana la impaciencia, algo que creo que voy aprendiendo a manejar poco a poco.
Ha sumado un nuevo frente a su trabajo, el de productora. ¿Es su manera de encarar y preparar los próximos años? En definitiva, el futuro.
Calité Films nace de nuestra necesidad de contar historias lejos de estereotipos, donde las mujeres seamos protagonistas; también de abrir oportunidades y tejer redes de talento entre nuestras colegas tanto adelante como detrás de cámara. Con mi hermana Valentina [impulsora junto a Juana Acosta del proyecto], apostamos y creemos en un feminismo en el que de la mano de los hombres, en igualdad de derechos y oportunidades, contemos historias universales en donde se retrate la condición humana en toda su dimensión.
Es inevitable hablar de las plataformas, porque este mismo año usted ha protagonizado en Netflix una serie, Medusa, con notable éxito. ¿Es otra forma de entender la carrera de actriz? ¿Se siente a gusto con lo que ofrece esta nueva forma de consumir cine?
Siempre seré una enamorada de las salas de cine, de la posibilidad de ver las películas en pantalla grande y sin distracciones y, aunque es una lástima, entiendo que las dinámicas cambian y que ahora el público prefiera hacerlo desde casa.
Parece que la saga familiar va a continuar con su hija…, incluso hay un proyecto en el que trabajarán juntas. ¿Le ha dado ya los consejos pertinentes de lo que es la profesión?
Mi hija ha crecido en una familia de actores [Juana Acosa estuvo casada con Ernesto Alterio], así que comprende bastante bien lo que implica este oficio y está en un proceso de formación al que ha llegado con mucha implicación y respeto. Yo la acompaño en el camino y siempre la apoyaré. Es hermoso verla cómo va abriendo sus alas…
Puede parecer una pregunta recurrente, pero, cuando uno llega o está próximo a una determinada década de su vida, ¿empieza a plantearse cosas?
Sobre todo me planteo ser cada vez más libre a todos los niveles y por supuesto más feliz.
Si le dieran a elegir, ¿cuál sería ese papel que le gustaría convertir en realidad?
Con Calité estamos desarrollando varios proyectos con personajes femeninos muy potentes. Hemos comprado los derechos de Las noches habitadas, de la autora mexicana Alma Delia Murillo, donde a cuatro mujeres les une el insomnio; estoy deseando poder convertirlo en realidad.
¿Le gusta la moda? ¿Qué me puede decir en concreto de Dior? ¿Y de la elección del estilismo para esta producción?
Me gusta la moda como forma de expresión, juego con ella y me divierte. Llevo años de relación estrecha con la maison Dior, que sabe cómo exaltar la belleza y la feminidad, y un buen ejemplo es esta colección, que tiene prendas muy delicadas y cómodas para disfrutar este verano. ¡Me fascina!
Maquillaje y peluquería: Paula Soroa (Ten Agency).
Asistente de fotografía: Edu Orozco.
Técnico digital: Juan Martínez.
Localización: Finca El Monje (M-513, Km. 10.600, 28669 Boadilla del Monte, Madrid).
