Jan-Patrick Schmitz, CEO de John Hardy Jewelry.

Las joyas con alma de John Hardy aterrizan en Europa con primera parada en España

Una marca nacida en Bali que ha cimentado su éxito en principios artesanales y sostenibles; y sobre todo, en una profunda curiosidad para hacerlo realidad de forma original y diferente.

Mil personas entre artesanos y diseñadores forman parte de John Hardy, una empresa nacida y desarrollada en Bali que, como dice Jan-Patrick Schmitz, CEO de la firma, “explora el arte, explora la naturaleza y cómo encontramos mejores formas de sostenibilidad, de respetar el planeta en el que vivimos… Y eso se descubre tanto en las cosas pequeñas como en las grandes. En nuestra sede en Bali, hay un enorme árbol en medio del edificio, porque John Hardy dijo que el árbol estaba allí mucho antes de que él llegara y ‘¿quién soy yo para derribarlo?’ Así que veamos cómo podemos integrarlo en la estructura”.

“Es una anécdota –continúa Schmitz– pero habla de la profunda curiosidad que tiene la marca de encontrar nuevas formas, de explorar cosas nuevas y combinar eso con la creatividad y la tradición. Nuestras joyas están muy inspiradas en la tradición. Naga, una de las colecciones más icónicas, el dragón, se basa en una historia de siglos sobre el dragón que vive en la montaña sagrada. Y que baja al mar cada noche para ver a su amor, las perlas. Así que todas estas piezas siguen toda esta tradición hasta una interpretación moderna del diseño. En John Hardy hay exploración, creatividad y, por supuesto, lo que en Bali es conocido como ‘lujo relajado’”.

Pero la pregunta es qué hay detrás de John Hardy. Y la realidad es que hay un hombre que, como explica el CEO de la compañía, “recorriendo el mundo descubrió Bali, y aprendió a ser parte de una comunidad artesanal durante un par de años antes de comenzar su primer emprendimiento en joyería. Y creó una marca que pretendía explorar la creatividad y la artesanía”. Y con la idea “de hacerte sentir único, pero sin estar alejado del entorno que te rodea… Es inclusiva”.

Jan-Patrick Schmitz, CEO de John Hardy Jewelry.
Jan-Patrick Schmitz posa para GENTLEMAN durante la presentación de la marca.

Jan-Patrick Schmitz expresa a continuación otro elemento que define el estilo de las joyas John Hardy. “A mí me gusta decir que nuestros productos tienen alma. Cuando nuestros artesanos entregan, por ejemplo, una pulsera que posee unas 500 pequeñas piezas, lo hacen pensando en cómo es llevarlas, en su comodidad y en cómo quedan, y esta es la manera en la que pones el alma en un producto”.

Y otro elemento añadido tiene que ver con la sostenibilidad. “Junto a la equidad y la inclusión son temas muy actuales, y todas las marcas han tratado de crear un mensaje en torno a ello. En John Hardy es muy diferente. Comenzamos con él mismo, que es un activista. Él cree que este planeta necesita ser salvado. Y todo lo que ha hecho no ha sido porque quisiera vender joyas. Así que nosotros somos sostenibles desde 1975, y nunca en estos casi 50 años se han hecho las cosas en la idea de que esto era bueno para vender. Es lo que somos; como comunidad, como marca, y así marcamos la diferencia. Creo que ese nivel de autenticidad es lo que realmente reconocen los consumidores”.

Con un público entre los 35 y 55 años, “de personalidad muy definida y educados en el lujo”, la marca emprende ahora uno de los pasos importantes: el crecimiento. “Por eso lanzamos la marca en Europa, y España es el primer país al que llegamos. La mayoría de las marcas, cuando vienen del exterior, van a Londres, a París… Pero sentimos que el corazón y el alma de España están muy conectados con lo que hacemos. Porque los productos que creamos son hermosos y analizamos cuidadosamente dónde queremos introducir la marca, compartir nuestro mensaje, nuestra historia y difundirla”.

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