Nombres del año I: Yorgos Lanthimos, perro verde de la tragedia griega
Iniciamos un amplio recorrido por las figuras más relevantes que marcaron 2024. El director Yorgos Lanthinos es uno de estos nombres que destacan por películas como 'Pobres criaturas' o 'Kind of Kindness', que han consagrado la trayectoria de este personalísimo realizador a quien pocos habrían augurado el triunfo en Hollywood.
Si al Yorgos Lanthimos de los primeros años del siglo XXI, el de su primera película, la vanguardista, estrambótica y en buena parte incomprensible Kinetta (2005), le dicen que menos de 20 años después iba a convertirse no solo en uno de los cineastas fundamentales del panorama cinematográfico mundial, sino también en un director de cine popular incluso entre el gran público, que sus trabajos tras la cámara iban a estar protagonizados por algunas de las estrellas de la interpretación del cine estadounidense, y que iba a sentarse reiteradamente en una butaca del Dolby Theatre de Los Ángeles como candidato a un buen puñado de Oscar, le da directamente un patatús.
Tras estudiar dirección en la Escuela de Cine de Atenas, Lanthimos (Atenas, Grecia, 23 de septiembre de 1973), había comenzado con el cambio de siglo a componer cortometrajes contundentes y raros, a filmar videoclips para algunos grupos de rock de su país, a dirigir obras de teatro y piezas de videodanza nunca convencionales y a rodar anuncios con los que pagar facturas. Sin embargo, una película concreta le dio un nombre en el cine internacional: Canino (2009), su segundo largometraje, logró el gran premio de la sección Una cierta mirada del Festival de Cannes con su cruel historia familiar, endogámica, incestuosa, turbia y procaz, presidida por el surrealismo y la violencia y el sexo explícitos.
La familia como representación, las conductas humanas retorcidas, la reflexión sobre el control y el encierro y la actualización de los modos, el contexto y los personajes de las tragedias griegas clásicas son sus señas de identidad. Pero lo más excepcional en Lanthimos es que no se quedó en perro verde del cine internacional. Lo directamente demencial, en cierta manera inexplicable, es que sus películas empezaron a interesar en Estados Unidos, y que su actriz fetiche desde 2018, protagonista de sus tres últimas películas, iba a ser Emma Stone, sin duda uno de los rostros más característicos del Hollywood de la última década. Y todo ello sin cambiar de rumbo ni de atrevimiento. Así fueron llegando Langosta (2015), con Colin Farrell y Rachel Weisz –los primeros ‘fichajes’ de la siempre llamativa cantera hollywodiense, capaz de abrir puertas casi definitivamente de crítica y, sobre todo, de público–; El sacrificio de un ciervo sagrado (2017), de nuevo con Farrell y con la incorporación de Nicole Kidman, además de La favorita (2018), ya con Stone.
En este recién acabado 2024, más difícil todavía, ha cosechado los frutos comerciales y artísticos de dos películas. Pobres criaturas, sátira de la opresión, fiesta de la transgresión, estrenada comercialmente en diciembre de 2023 y que le acabó proporcionando 11 nominaciones a los Oscar y cuatro premios (entre ellos, el de actriz para Stone) en la edición de 2024. Y Kind of Kindness, salvaje relectura de las tragedias griegas, con un metraje de casi tres horas de duración, que no sería raro que lograse nuevas candidaturas en los próximos Oscar.
En palabras del propio Lanthimos, seis veces candidato al gran premio en los apartados de guion, dirección y producción, él hace películas “que no tienen que lidiar con la vergüenza”. Además, con una firme negativa a proporcionar explicaciones: “La gente siempre está tratando de que confirme su punto de vista y simplemente no lo haré”, contesta. Que un tipo así haya logrado el triunfo sin pervertir sus complejos postulados artísticos es motivo de orgullo. Para él, y también para su amplio público.