Virgil Abloh: un soplo de aire fresco para la moda masculina

No es exactamente un diseñador de ropa y, de hecho, Virgil Abloh, 38 años, no se define a sí mismo como tal. Su recorrido es algo más complejo. Nacido en Illinois de padres ghaneses, titulado en Ingeniería Civil y Arquitectura, el trabajo de Abloh refleja la cultura callejera de los 90. “Es una comunidad internacional definida por nexos como el skate, la calle y el hip-hop. Nuestra estética nace de ese estilo de vida”. Un estilo que convive sin conflicto con su admiración por Raf Simons, Martin Margiela, Miucia Prada o Ricardo Tisci. A los 22 años, Virgil Abloh ya era consultor creativo de Kanye West, y con él ha pasado 14 años desarrollando productos, gráfica, vestuario y escenografías, mientras ejercía de DJ. En ese tiempo también trabajó en Fendi, montó RSVP –un híbrido entre boutique y galería de arte–, y fundó en 2012 su propia marca, Off-White, una mezcla de moda americana y manufactura italiana que se ha convertido en referente cultural para jóvenes de medio mundo, con 4,8 millones de seguidores en Instagram. Y eso a pesar de sus precios. El fichaje de Abloh como director artístico para las colecciones masculinas de Louis Vuitton ha sido una jugada maestra. Bernard Arnault aupó a Kim Jones –formidable sastre– a la dirección de Dior Homme, y colocó en la silla a un artista multidisciplinar cuyos códigos, fundamentos e influencias mezclan la cultura callejera y el lujo con la misma naturalidad con que mezcla música cuando ejerce de DJ. En su debut, Abloh –que presentó un elenco multi-racial, con músicos, artistas y dj’s–, reinterpretó la herencia de Louis Vuitton en bolsos masculinos y accesorios ligeros e ingeniosos, muchas veces pegados al cuerpo, resultado de lo que llama la “accesomórfosis”, o transformación de accesorios en prendas que se superponen sobre la ropa creando siluetas libres, nítidas, con colores muy elaborados. “La diversidad es la clave en la manera moderna de pensar y de vivir”.