Aredna, el restaurante en el que los sabores libaneses armonizan con la cocina local
Tras pasar por locales conocidos como Fismuler y The Omar, el chef Ahmad Ismail ha decidido abrir su propio negocio para dar a conocer la cocina libanesa.
En un pequeño local situado en el número 5 de la calle Barceló de Madrid decorado de manera sencilla con mobiliario en tonos tierra para así transmitir calidez y autenticidad en una atmósfera relajada acaba de abrir sus puertas Aredna. Este restaurante repleto de jarrones de barro y piezas de terracota es un espacio en en el que los sabores libaneses conviven en armonía con la gastronomía local gracias al trabajo de Ahmad Ismail, un cocinero que tras haber pasado por los fogones de reconocidos establecimientos como Fismuler o The Omar ha decidido lanzar su propia propuesta.
El nombre del establecimiento ya lo dice todo, porque Aredna en árabe significa "nuestra tierra", lo que refleja la esencia de esta cocina en la que claramente se manifiesta el respeto por la tierra originaria del chef. "Mis recuerdos de la cocina familiar están en cada plato que servimos", afirma el artífice del que será el nuevo sitio favorito de los amantes de la gastronomía libanesa.
La carta de este bistró cuyo ticket medio es de 35 euros por persona reúne auténticas recetas tradicionales del líbano aunque ligeramente versionadas. Está diseñada para ser compartida, por eso cuenta con siete entrantes y siete platos principales en los que los ingredientes de temporada tienen un papel destacado. Se pueden encontrar, por lo tanto desde hummus con chistorra y piparra vasca hasta un baklava de carne especiada y melaza de granada que rompe con la tradición dulce.
También destacan propuestas que cuentan la historia personal de Ahmad Ismail, cuya pasión culinaria viene de los ratos que pasaba observando a su madre cocinando en su casa del Líbano. Algunos ejemplos son la berenjena rustida con tahini, labné de hierbas, encurtido de cebolla roja y sésamo, inspirada en su infancia, o el steak tartar kibbeh al estilo Aredna, un plato que le trae recuerdos de las visitas a su familia en Líbano. A ellos se unen platos como la muhamarra de calabaza asada, pimientos de cristal, confit de ajo y nueces; el brioche relleno de shawarma de pollo, pepino encurtido, emulsión de pimentón y majado de hierbas; el kafta de cordero, tomate y cebolletas; o el pulpo con babaganoush y encurtido de coliflor; el contramuslo de pollo de corral marinado en 7 especias árabes, mix de hierbas sobre pan pita con tomate, pimiento rojo y sumak; o las láminas de solomillo al ajillo de fátima, setas, rabanitos y patata especiada.
Shoayhiyet rellenos de crema de ricotta, azahar y pistachos, Kunafa de queso con pasta kataifi con toque de azafrán y helado de mantequilla tostada y milhojas de pistacho y rosas figuran entre los postres que sirven para poner el broche de oro a cualquier comida.
Son propuestas todas ellas con ingredientes sencillos que combinados entre si dan lugar a mezclas repletas de significado que son fiel reflejo de las raíces libanesas del chef y del respeto que muestra por los productos de España. Platos mediterráneos con sabores del Medio Oriente que sirven a Ismail para invitar a los comensales a sentirse como en casa en su pequeño rincón madrileño.