'Por el Cami de Ronda', obra de Javier de las Muelas de la exposición 'Mariscal en Dry Martini'.

Arte y amistad en copa: cincuenta años de creatividad servidos en el Dry Martini

Javier de las Muelas y Javier Mariscal reavivan su complicidad creativa en el Dry Martini de Barcelona con una exposición que convierte el mítico bar en una obra viva de arte y memoria.

Javier de las Muelas, figura clave en la historia de la coctelería internacional y alma del icónico Dry Martini de Barcelona, vuelve a sorprender. Esta vez no con un cóctel de autor, sino con una exposición que destila complicidad, historia y arte Mariscal en Dry Martini. La muestra, que podrá visitarse desde el 21 de mayo hasta finales de septiembre, es mucho más que una exposición, es un homenaje a una amistad que nació entre la efervescencia creativa de los años setenta y que aún hoy sigue viva.

A principios de su amistad, Javier de las Muelas vendía los cómics underground que Mariscal dibujaba. Se reunían a diario en el Gimlet, el primer bar que Javier abrió y que se convirtió en punto de encuentro para toda una generación. “Nos enseñó a saber beber y a apreciar lo que tomábamos con tranquilidad”, recuerda Mariscal. Javier nos ofrecía catas espontáneas de distintas marcas, educándonos a distinguir y valorar lo que tomábamos. En una época en la que el garrafón era habitual en muchos locales.

Cartel de 'Mariscal en Dry Martini'.
Mariscal en Dry Martini, reúne una selección estimulante de obras inéditas del universo Mariscal, abarcando desde sus primeras incursiones gráficas hasta su producción más reciente.

La muestra Mariscal en Dry Martini reúne una selección estimulante de pinturas, esculturas, cerámicas y piezas inéditas del universo Mariscal, en un recorrido que va desde sus primeras incursiones gráficas hasta su producción más reciente. Pero no se trata solo de contemplar obras, durante los meses que dura la exposición, el Dry Martini se transforma en una extensión viva del imaginario marisquiano. Desde las chaquetillas de los barmans ilustradas por el propio artista, hasta bandejas, platos, rincones rediseñados o guiños visuales escondidos entre botellas y espejos, cada detalle invita al visitante a sumergirse en una experiencia total.

Antes de convertirse en referente mundial de la mixología, Javier de las Muelas fue -y sigue siendo- un apasionado del arte, la literatura ilustrada, la arquitectura y la música underground. Su espíritu inquieto lo llevó a abandonar la carrera de medicina a tan solo cuatro asignaturas del final, en busca de una vida más afín a sus ideales. Fascinado por Andy Warhol, la Factory, el arte pop y la música californiana, encontró en la Barcelona de los setenta un caldo de cultivo único para su sensibilidad.

Javier de las Muelas y Javier Mariscal en la presentación de Mariscal en Dry Martini.
Fotografía:Jordi Poch
Javier de las Muelas y Javier Mariscal en la presentación de Mariscal en Dry Martini, que podrá visitarse desde el 21 de mayo hasta finales de septiembre.

Era una ciudad donde una generación de artistas dio forma a un movimiento gráfico y cultural alimentado por el underground neoyorquino, el pop art y el cómic más transgresor. Barcelona vibraba como capital cultural, donde el arte no pedía permiso, simplemente ocurría. Los márgenes creativos bullían con figuras como Nazario, Ceesepe, Montesol, Sisa y, por supuesto, Javier Mariscal. Diseñador multifacético, ilustrador y creador de personajes icónicos como Cobi – la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, considerada la más rentable de la historia-, Mariscal ha sido una de las voces gráficas más reconocibles del arte español contemporáneo. Rememora sus influencias, mencionando a Cézanne: “Nací con el cubismo y siempre me pareció fascinante y más real que la realidad misma”. Su trayectoria abarca el cómic, el diseño gráfico, el mobiliario, la arquitectura interior, el cine de animación -como en su premiada película Chico & Rita-y otras colaboraciones, incluso en el ámbito de la moda-. Siempre con un estilo inconfundible que combina frescura mediterránea, humor y un firme compromiso con lo cotidiano.

Todos ellos formarían parte esencial de su biografía como agitador cultural y testigo de un tiempo en el que la escasez se suplía con pasión. “Compartíamos la nada”, ha recordado más de una vez De las Muelas, evocando aquellos años donde el sentido de la propiedad quedaba disuelto ante la fuerza del impulso creativo colectivo.

'Brindando con la luna llena', de Mariscal, para la exposición 'Mariscal en Dry Martini'.
Brindando con la luna llena, un óleo sobre madera de gran tamaño, está presente en la muestra.

En 1979 abrió su primer local, el Gimlet Rec, en el Borne barcelonés, seguido por otro Gimlet en 1982, que fue finalista del premio FAD de interiorismo. Pero fue en el Dry Martini, coctelería fundada por su maestro Pere Carbonell donde De las Muelas consolidó su visión, un lugar donde el ritual del cóctel se eleva a experiencia sensorial y cultural. Ahora, en ese mismo santuario, vuelve a latir la Barcelona de los primeros encuentros. Ese espíritu se reencarna en las paredes del Dry Martini con una exposición que celebra más de medio siglo de complicidad entre De las Muelas y Mariscal.

En tiempos donde lo efímero manda, Javier Mariscal y Javier de las Muelas nos recuerdan que hay vínculos, como el arte o la amistad, que perduran. Y que hay lugares, como el Dry Martini, donde la cultura no se sirve solo en copa, sino que se respira, se mira y se comparte.

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