Azpilicueta presenta una nueva campaña que invita a dejarse guiar por el corazón

El vino es desde siempre mucho más que un mero acompañamiento para las comidas. Símbolo de familia, amigos, bienestar y relaciones sociales, posee un encanto que lo ha convertido en un elemento comunicador clave dentro de la cultura mediterránea. Más allá de los rituales, el conocimiento y la pasión que se observan en los grandes consumidores de vino, todo ellos coinciden en que el vino no se bebe, se disfruta. Para los amantes de esta bebida que no deja de reinventarse, beber una buena copa de vino es siempre un acierto; una muestra de autocomplacencia, naturalidad y amor propio.

A partir de esta idea surge la nueva campaña de Azpilicueta, Instinto. A través de una gama de vinos cuyos inicios están íntimamente ligados a las históricas Bodegas AGE de Fuenmayor, ubicadas en plena Rioja Alta, la marca invita al consumidor a tomar decisiones con más corazón y menos cabeza. La campaña presenta dos de sus vinos emblemáticos: por un lado, Azpilicueta Blanco, criado durante tres meses en barrica de roble de tostado suave enriquecido con sutiles aromas a madera, su color es amarillo pálido con reflejos verdes; por otro, Azpilicueta Crianza, criado durante al menos 12 meses en barricas de roble americano y francés, completa su envejecimiento durante un periodo mínimo de seis meses en botella.

Félix Azpilicueta, fundador de la marca en 1881 en un pequeño viñedo de Fuenmayor (La Rioja), fue un pionero en su sector, tanto en la exportación de vinos, como en la aplicación de las técnicas más avanzadas que permitieron desarrollar nuevas combinaciones en los métodos tradicionales para ofrecer estilos de vino más modernos y expresivos. Azpilicueta se dejaba llevar por su instinto y no tenía miedo a equivocarse.

[caption id='attachment_7178' align='alignnone' width='1024'] La excelencia y el respeto por la tradición definen el carácter de la bodega riojana.[/caption]

El mensaje principal de la campaña tiene como objetivo motivar al público a dejar que el instinto más profundo lo guíe todo. “El legado de Félix perdura hoy, nos inspira y permite estar conectados a nuestro entorno y realidad. Por eso nos sentimos orgullosos de nuestra labor, y nuestra trayectoria lo demuestra con un vino de calidad y una marca reconocida”, comenta Melanie Callens, Brand Manager de Azpilicueta.