
Barcelona pedalea hacia el futuro verde con Lime
Barcelona da un paso firme hacia la movilidad sostenible con la llegada de Lime, que pone en marcha más de 500 bicicletas eléctricas por toda la ciudad. Bajo el lema ‘The Streets Are Green Again’, la iniciativa apuesta por un transporte limpio, accesible y conectado.
En una ciudad que lidera el cambio hacia una movilidad más limpia, Lime aterriza con fuerza. Más de 500 bicicletas eléctricas de última generación recorren ya las calles de Barcelona, consolidando una nueva forma de moverse: sostenible, accesible y con estilo.
Barcelona se transforma. En pleno debate sobre el futuro del transporte urbano, la llegada de Lime representa un paso decisivo hacia la descarbonización. Con más de 200 km de carriles bici y una de las infraestructuras ciclistas más avanzadas de Europa, la capital catalana apuesta por un sistema compartido que combina tecnología, sostenibilidad y experiencia de usuario.
Presente en más de 280 ciudades, Lime ofrece en Barcelona una alternativa fiable y sin emisiones para moverse entre barrios, ir al trabajo o disfrutar del Mediterráneo sobre dos ruedas. “Barcelona tiene una de las mejores redes ciclistas de Europa. Nuestro objetivo es complementarla con un servicio seguro, asequible y sostenible. No solo queremos facilitar los desplazamientos: queremos transformar la ciudad”, explica Arnau Pérez, responsable de relaciones institucionales de Lime Iberia.

El modelo de precios busca democratizar la movilidad eléctrica: tarifa base de 1 € y 0,25 €/minuto, además de pases diarios y mensuales. El objetivo: reemplazar viajes en coche por una opción limpia, compartida y conectada. Las bicicletas alcanzan los 25 km/h y ofrecen hasta 100 km de autonomía. Diseñadas tanto para el uso cotidiano como para la exploración turística, se adaptan al ritmo urbano con asistencia eléctrica de última generación. Desde la app, los usuarios pueden localizar una bici y comenzar su trayecto con un clic.
Lime refuerza así la oferta de micromovilidad de la ciudad y promueve un modelo inclusivo, seguro y respetuoso con el espacio público. “Barcelona es una ciudad líder. Era natural que Lime apostara por ella. Nuestro compromiso no es solo con el transporte, sino con un modelo regenerativo de ciudad”, añade Pérez.
La sostenibilidad forma parte del ADN operativo de Lime. Entre sus medidas clave: carga optimizada para reducir el consumo energético, baterías intercambiables para mayor eficiencia, y economía circular con el 97% de las bicicletas —incluidas sus baterías— reparadas, reutilizadas o recicladas. El mantenimiento interno permite controlar el impacto ambiental en toda la cadena, y su adhesión a Science Based Targets garantiza objetivos validados de reducción de emisiones.

La campaña digital ‘The Streets Are Green Again’ refuerza esta visión. Un vídeo impactante muestra bicicletas gigantes recorriendo la ciudad, en una escena que parece sacada de un sueño futurista. ¿El mensaje? El futuro de la movilidad ya ha comenzado: eléctrico, compartido y verde.
Según Fast Company, Lime ha impulsado más de 770 millones de trayectos en el mundo, evitando más de 77.000 toneladas de CO₂ y sustituyendo 180 millones de viajes en coche. Ahora, Barcelona se suma a esa revolución silenciosa… pero en movimiento.
El servicio estará disponible inicialmente durante dos años, con opción de prórroga. Su llegada refuerza una tendencia imparable: la transformación de las ciudades en espacios más saludables, sostenibles y humanos. Barcelona se suma a las más de 280 ciudades que ya pedalean con Lime. Es un cambio de mentalidad, una apuesta por la calidad del aire, la eficiencia y la convivencia urbana. Porque la movilidad no solo va sobre ruedas… va en bici.