Brindar en otoño: diez vinos singulares para recibir la nueva temporada

Desde los tintos robustos hasta los blancos con cuerpo, ofrecemos una selección de etiquetas que ofrecen una auténtica experiencia sensorial.

Sommos Colección Pinot Noir 2022

Bodega Sommos. DO Somontano. Nada más especial que un viñedo sobre suelo de margas y arcillas donde, por la presencia de roca madre, las raíces crecen casi horizontalmente en la zona más fría de la finca. Si a esto se le añade un cultivo con cubierta vegetal y una variedad escasa en España como la delicada pinot noir, el resultado no puede ser más original y delicado.

Legaris Selección de Viñedos Moradillo de Roa 2018

Legaris DO. Ribera del Duero. La diferencia de este vino auténtico es la procedencia de la uva de la finca en Moradillo de Roa. El viñedo, en el límite sur de la provincia de Burgos donde la tinto fino muestra su carácter más extremo, llegando casi al límite de maduración, ha alumbrado un tinto de raza, intenso y de estructura notable.

Campo Elíseo Cuvée Alegre 2022

François Lurton. DO Rueda. Verdejo con casi total ausencia de madera. Una parte de la fermentación se realiza en acero inox y la otra en huevos de hormigón donde el movimiento natural de las lías en suspensión han conseguido más redondez y expresión aromática. La estructura la da su paso por barricas de roble francés. Armonioso y de gran redondez.

Cara Nord Trepat 2021

Cara Nord. DO Conca de Barberà. Cultivo 100% ecológico de secano de la variedad trepat en un paisaje intrincado rodeado de zonas boscosas de encinas en los parques naturales de las Montañas de Prades y del Bosque de Poblet y calificadas como de interés geológico por su singularidad, su entorno y suelo pizarroso. Un vino con paisaje.

El Pas de l’Estudiant 2021

Josep Grau Viticultor. DO Monsant. Un cultivo de respeto en una pendiente de bancales y fregaderos que evitan su erosión produce el reencuentro con la esencia de un lugar en un vino ancestral. Cuando la uva llega a la bodega, se selecciona grano a grano y fermenta en ánforas artesanas de arcillas toscanas. Tras suave extracción surge un vino especial.

El Pacto de Cárdenas Ojo de Gallo 2021

Vintae. DOCa Rioja. El resultado de recuperar elaboraciones riojanas casi olvidadas es reencontrarse con este auténtico Vino de Pueblo que se hacía hace muchísimos años en la Rioja Alta en las temporadas más frías. Un tinto de poco color llamado ojo de gallo donde su gran peculiaridad es la mezcla de tintas y blancas en el campo y en la elaboración.

La Maragata 2018

Bodega Pittacum. DO Bierzo. Este godello berciano es la primera incursión de la bodega en la elaboración de blancos de guarda. Las parcelas de altura son siempre una invitación al cultivo de estas variedades y la maragata, tan cercana a las cumbres de los Montes Aquilianos, cumple sobradamente. Un blanco maduro, amplio y largo.

Las Comas 2021

José Pariente. DO Rueda. No llegan a 3.000 las botellas elaboradas a partir de la uva de este viñedo centenario de verdejo de donde el vino toma su nombre. Es el único vino parcelario de la casa y solo se elabora en las grandes añadas porque no solo se busca la calidad, sino también su gran capacidad de guarda. Escasez, exclusividad y excelencia.

Aus Rosé Pét-Nat 2021

Celler dels Aus. DO Alella. Poca intervención, máxima expresión. Ese es el objetivo de este Pet Nat, última tendencia en vinos naturales para este espumoso natural que toma su apellido del galicismo petillant naturel. Se presenta con el último tapón de fermentación y sin degollar. Monovarietal de monastrell, de color encantador, carácter irreverente y frescura.

Canasta Lola Flores

Williams & Humbert. DO Jerez-Xérès-Sherry. La novedad no es este delicado cream, un oloroso dulce elaborado con Palomino fino y PX que es pura sedosidad en boca, sino que esta edición especial homenajea a la artista Lola Flores en el centenario de su nacimiento. Dos formas de cultura unidas en un proyecto que habla de Jerez como corazón de los vinos generosos y del arte andaluz.