Bubble Tea, la nueva obsesión del verano
Hace un año solamente podíamos degustar el famoso refrigerio en un olvidado local chino, localizado en una calle perpendicular a la famosa Plaza de los Cubos de Madrid. Pero esto ya no es ningún problema, el ‘té burbuja’ ha llegado a Madrid, Las Palmas, Valencia, León o Murcia con franquicias o comercios como Wowble, InfranTEA y Nanai. […]
Hace un año solamente podíamos degustar el famoso refrigerio en un olvidado local chino, localizado en una calle perpendicular a la famosa Plaza de los Cubos de Madrid. Pero esto ya no es ningún problema, el ‘té burbuja’ ha llegado a Madrid, Las Palmas, Valencia, León o Murcia con franquicias o comercios como Wowble, InfranTEA y Nanai. A nivel internacional es Bubbleology quien ha conquistado países variopintos como Alemania, Inglaterra, Suiza, Rusia e Italia entre otros.
Tal es la adicción a este producto que cuando los fans viajan al extranjero deciden visitar los locales dedicados en cuerpo y alma a esta bebida, como los de Londres o Nueva York. Para no perder detalle, los amantes del boba han creado una página web -Find bubble tea- donde se pueden buscar todos los establecimientos que sirven esta bebida a nivel mundial, aunque desconocemos su actualización.
Infinidad de sabores y texturas
La variedad es el gran atractivo de la bebida más deseada del momento. Tés, batidos, leche, café, zumos e infinidad de modalidades que, dependiendo del que elijas, combinarán con las mencionadas bubbles. Bolas de frutas de la pasión, mango, lichi,… que explotan en tu boca dejando un sabor afrutado y refrescante. Si preferís la versión más clásica, elegid las bolas de tapioca con su curiosa textura gelatinosa y no os dejéis engañar por su apariencia.
Otra opción para los que prefieran algo diferente proponemos los daditos jelly de fruta variada o azúcar; aunque si estás pensando en llevar las burbujas a otro nivel puedes añadirlas a tus helados -como hacen en Bubbleology- o hacer como estos chefs, y combinarlas con el gin-tonic. Es cuestión de buscar vuestra propia adaptación.