El chef que cambió el periodismo deportivo por la cocina y ya tiene su primera estrella Michelin
En el madrileño pueblo de Valdemorillo se encuentra el restaurante que el periodista Manu Franco inauguró en el 2019 y acaba de ser reconocido por la Guia Michelin.
En la gala celebrada por la Guía Michelin en Murcia el pasado 26 de noviembre se celebró a lo grande la gastronomía española reconociendo el trabajo de muchos restaurantes repartidos por distintos puntos del país. Casa Marcial, en Asturias fue el único que logró su tercera estrella, pero hubo tres establecimientos que lograron sumar una segunda distinción a sus proyectos –Alevante, el "hermano pequeño" de Aponiente que Ángel León abrió en Chiclana de la Frontera (Cádiz) con Cristian Rodríguez y Alan Iglesias como jefes de cocina; Lú, Cocina y Alma, de Juanlu Fernández, que también está en la costa gaditana; y Retiro da Costiña, el establecimiento que Manuel Costiña regenta en Santa Comba (A Coruña) y que acaba de celebrar su 85º aniversario– y un total de 32 locales que se inauguraron en estos premios.
Uno de los que acaba de debutar en este particular firmamento culinario es La casa de Manolo Franco, un comedor ubicado en un pequeño pueblo madrileño cuya cocina respeta la tradición y se apoya en la despensa de la Sierra de Guadarrama para ofrecer una propuesta que pone en valor la historia y el producto local.
Ubicado en el mismo edificio que hasta hace unos años ocupaba un humilde bar en el pueblo de Valdemorillo, se encuentra este restaurante que cuyo menú gastronómico trata de recrear Un día en la Sierra de Madrid presentando diferentes pasos a lo largo de un relato que va desde el desayuno en el campo, hasta la cena. Este cambia con cada estación pero siempre trata de seguir el mismo propósito, el de compartir con los comensales las emociones y sensaciones que pueden transmitir momentos como un paseo por el campo en una tarde de verano, el caer de las hojas y el olor a tierra húmeda del otoño o una charla en buena compañía al calor de la lumbre.
"Sabor, belleza, historia y emoción son los pilares de nuestra propuesta, que traducimos en cada plato a través de la dedicación en cocina y su presentación en sala", explican desde este local que cuenta también con un Sol Repsol y del que se destacan de sus diferentes pases –hay tanto menú diario como uno especial para cenas y el degustación en versión corta o larga– tanto las carnes de proximidad como las plantas aromáticas del entorno o las verduras del huerto.
Manu Franco, el periodista que quiso recuperar un bar familiar
El propietario de La casa de Manolo Franco no es otro que Manu Franco, quien dejó su profesión como periodista de Fórmula 1 para cumplir su sueño de trabajar en la cocina. Después de haber cubierto durante años Grandes Premios de Fórmula 1 y el Dakar, decidió formarse en la escuela Le Cordon Bleu para así recuperar el bar que tenía su padre en Valdemorillo desde 1969.
"La Casa de Manolo Franco nacía un 6 de junio de 2019 con la mayor de las ilusiones, mucho miedo y las alas, aún de hierro, preparadas, repletas de trabajo, esfuerzo y coraje", explica el propio chef en su página web, donde recuerda todas esas jornadas en las que vivió en primera persona el esfuerzo de sus padres, la unión y el apoyo de todos por sacar adelante el negocio familiar.
Cinco años después de dar el gran salto, Franco ha visto cómo su cocina de calidad con el producto de proximidad por bandera ha conseguido alzarse con el mayor reconocimiento del sector, la estrella Michelin. "Este es uno de los momentos más felices de mi vida, una recompensa a mucho esfuerzo y trabajo, al talento de nuestro equipo, a la historia de esta casa y a una apuesta de vida muy arriesgada", dijo el propietario en la ceremonia en la que logró el hito de ser el primer restaurante de la historia de Valdemorillo en recibir esta distinción.
"Con esta estrella Michelin, renovamos nuestro compromiso de emocionar a través de cada plato, de seguir explorando la tradición y la creatividad, y de honrar la confianza que cada cliente deposita en nosotros. No es un final, es un nuevo comienzo. Un reconocimiento que nos impulsa a seguir innovando, explorando sabores y querer sorprender con nuevas propuestas. Nos recuerda que todo lo hacemos por ti y queremos que vivas una experiencia emocional, que celebra la pasión por la cocina y la belleza de nuestra sierra", afirma Manu Franco.