Cómo sobrevivir en Las Tablas
La Panzita Llena Gran relación calidad-precio de la mano de su menú de 10,50 euros. La simpatía de Ana ya justifica la visita. Su madre Rosa cocina para los clientes como si fueran sus hijos. La Panzita Llena es una apuesta por una cocina sencilla, que nos permite comer bien con precios razonables. Buen trato […]
La Panzita Llena
Gran relación calidad-precio de la mano de su menú de 10,50 euros. La simpatía de Ana ya justifica la visita. Su madre Rosa cocina para los clientes como si fueran sus hijos. La Panzita Llena es una apuesta por una cocina sencilla, que nos permite comer bien con precios razonables. Buen trato y un servicio muy agradable con la sonrisa siempre incluida en el precio. ¿Qué es una Panzita? Pues masa de pizza, frita y rellena con los deseos de una clientela entregada. Calle Castillo de Cardanchú, 40.
La Dehesa IV
Un nombre extremeño para un baluarte asturiano con gestión oriental. ¿Extraño? Pues, sí. Su menú ha ido subiendo de precio, pero su calidad es tan desigual como siempre. Especialmente recomendable la comida el día que hay guisos de cuchara, aunque los partidarios de la paella también son muchos. Muy interesante su opción de bar -con una interesante colección de destilados-, donde no faltan las celebrities que gustan de ser vistas. Calle San Juan de Ortega, 10.
El Babero
Es la oferta sofisticada de la zona. Cuchy Pérez -hija de Florentino Pérez- ha conseguido labrarse un prestigio en el barrio gracias a las anchoas de Raúl. Las verduras de Julio y las chuletitas de Ana son su mejor tarjeta de presentación, con una interesante carta de vinos con la bodega de Moneo como protagonista. Si nos lo podemos permitir, merece la pena una visita... aunque si nos invitan, mejor. Paseo de San Millán de la Cogolla, 14.
Tate’s
La publicidad lo deja claro: hamburguesa en versión española. Han sido varios los intentos de cambiar la imagen y la decoración de lugar, con suerte desigual. Parece que ahora han dado con su fórmula definitiva. Carne de la Sierra de Madrid, buenas ensaladas y unos perritos que por desgracia no entran en su oferta de menú son buenos reclamos. Menú desde 7,90 euros, aunque muy recomendable el de 11,90 euros. Servicio muy rápido para el que va con prisas. Calle Grañón, 7.
Pastelería Bergue
Posiblemente es la mejor opción para escapar de la oficina durante media hora para tomar un café. Aquí se trata el café con cariño y la repostería está a la altura de las expectativas. Buen hojaldre en el croissant y unas empanadillas de atún y carne muy correctas. Además, cuenta con un buena oferta de pasteles y saladitos que nos puede ayudar a mejorar el ambiente de la oficina o intentar un aumento de sueldo. Calle Sierra de Atapuerca, 31.
HatTricK Cafe
El nombre no engaña. Esto es un templo del deporte en general y del fútbol en particular. Sus grandes pantallas han transmitido recordados momentos de gloria. Una copa de Europa o una Eurocopa pueden ser las excusas perfectas para salir de casa y ver un partido de fútbol en un lugar diferente. El fútbol como comida es global. Su menú de 12 euros es un rayo de luz para los que disfrutan de sus pizzas, arroces y guisos de carne. Sus filetes a la Milanesa -es decir, sus filetes empanados- pueden ser una buena excusa para ir una vez a la semana. Además, cuenta con una terraza privada y una zona infantil, por aquello de la tranquilidad. Paseo de San Millán de la Cogolla, 7.
La Pepa
Es la hermana de La Lola. Un lugar correcto donde a veces el servicio es un poco lento. Presumen de ser una taberna española moderna y de verdad que lo logran. Además resaltan que, a diferencia de la competencia, si no le gusta algunos de los platos se lo cambian sin ningún problema. Un menú de 11 euros y una gran terraza climatizada son los grandes reclamos de este lugar. Calle de San Juan Ortega, 68.
La mano de Pablo
Fue un pionero en la zona y sigue siendo un lugar de mucho prestigio. Su parrilla es una excelente opción, aunque el precio puede parecer un tanto excesivo. Las pizzas y su menú diario son las opciones más populares. Su menú de 12,50 euros es una buena opción si nos toca la camarera simpática. Calle Frómista s/n.
Ochenta grados
Desde su inicio fue una apuesta de diseño para la zona. Los más glotones se quejan de la relación precio-cantidad, pero hay que reconocer que es una opción muy atractiva. En primer lugar por la decoración del lugar y luego por la presentación de la comida. Tienen dos fórmulas de menú de 12,50 euros y 13,80 que son una agradable opción para los que buscan una comida con una cierta dosis de estilo. Si pueden prueben sus helados que justifican la visita. Calle Mirallos, 4.
Maye’s Bistró
Puede parecer un juego intelectual, pero hay que reconocer que la literatura es la protagonista de este local. Sus hamburguesas son una buena excusa para releer a los grandes clásicos. Victor Hugo, Orson Welles, Mark Twain, Francis Bacon, Da Vinci o Borges. Todos tienen su hueco en este local, donde conviene reservar para que no tener una eternal espera. Paseo de la Tierra de Melide, 13ª.
El Pescador
El placer de tomarse unas cañas no sabe ni de provincias ni de barrios. Los clientes de este bar-restaurante-marisquería saben disfrutar de una cerveza bien tirada y alguna de las mejores raciones en la zona de Madrid. Todo el mundo se queja de que está lleno, que el servicio podría ser mejor… y no sé cuántas otras cosas más. Pero la cerveza se trata bien, los boquerones son ricos y siempre tenemos algo sabroso en el menú. Glorieta Monte del Gozo, 4C.