Contra las lorzas, el crucero Dukan
Soltar unos 600 €* del ala y de paso algunas arrobas no parece mal plan, sobre todo si al tiempo se va recalando por Marsella, Génova, Nápoles, Mesina y Túnez. Esta es la singladura que trazará el recién botado MSC Preziosa a lo largo de una semana, con salida del puerto de Barcelona el próximo […]
Soltar unos 600 €* del ala y de paso algunas arrobas no parece mal plan, sobre todo si al tiempo se va recalando por Marsella, Génova, Nápoles, Mesina y Túnez. Esta es la singladura que trazará el recién botado MSC Preziosa a lo largo de una semana, con salida del puerto de Barcelona el próximo 17 de mayo. Será la segunda edición de este crucero dietético, y probablemente la primera en la que uno vuelva de las vacaciones sin haberse agenciado algún kilito.
Nada más embarcar cada pasajero será obsequiado con un kit de productos Dukan y el best-seller del tan adorado como denostado nutricionista francés, del que se han vendido 2’5 millones de copias, y ya antes se habrá sometido a una evaluación con la que hacerse con un programa de alimentación y ejercicio a medida.
A bordo, un equipo de chefs capaces de preparar menús de capricho pero 100% dukanianos, personal trainers y hasta psicólogos entrenados en el método ayudarán a los viajeros a quitarse alguna lorza con alegría. Si adelgazar acompañado siempre resulta más fácil, en este buque lo que no faltará será compañía, porque el Preziosa tiene capacidad para exactamente 3.502 pasajeros, amén de piscinas, casino, discoteca y todo tipo de diversiones de esas que gustan a los amigos de las “Vacaciones en el Mar”.
Cuando no estén recorriendo las ciudades de la ruta podrán participar en talleres prácticos, conferencias para perder peso de forma saludable o demostraciones culinarias, y por supuesto sesiones de aeróbic, yoga o pilates con las que incrementar los resultados del programa. Este básicamente consiste en eliminar de la dieta los hidratos, los azúcares y la grasa a favor de las proteínas y las verduras en cantidades ilimitadas, alternando un día sólo de proteína y otro de proteína y verduras.
A pesar de la mala fama que tiene el método entre no pocos sectores de la sociedad, esta servidora, que no había hecho una dieta en su vida, puede dar fe de sus buenos resultados siempre que se esté bien de salud y se siga con cabeza. Vamos, que si por proteína se entiende exclusivamente chuletones y huevos a mansalva, mal vamos. ¡Al poco tiene uno el cuerpo hecho unos zorros!
Abusando sin embargo del pescado, bebiendo toda el agua que recomiendan y caminando al menos media horita al día, la cosa, además de efectiva, puede resultar de lo más llevadera. El seguimiento, que previo un módico pago puede hacerse opcionalmente a través de su web (www.dietadukan.es) da acceso a un sinfín de recetas “con trampa” con las que engañar al estómago. Es decir, bocadillos pero con pan de avena que se hace en un pispás en el microondas, helados que se preparan con yogures light, cacao desgrasado o ese socorrido oxímoron que es la nata desnatada… Cada mañana además, junto con varias propuestas de menú, también envían por email las “consignas del día”, con las recomendaciones y hasta las regañinas del “Padre Dukan” cada vez que se confiesa haber pecado ingiriendo algún fruto prohibido.
Los cruceristas podrán agradecerle los kilos perdidos durante la fiesta a bordo a la que asistirá Monsieur Dukan en persona. Por favor, si se lo presentan, llámele Dukán, ¡no Dúncan!