Cuatro dulces caseros españoles para pasar un carnaval delicioso

Cuatro dulces caseros españoles para pasar un carnaval delicioso

Flores de carnaval A este dulce, típico de Galicia y de toda España, también se le conoce como “flores de sartén”. Y diréis, ¿seré capaz de conseguir esa forma?. La respuesta es sí: en ferreterías y demás tiendas de menaje venden el molde para lograrlo. Para hacerlas necesitamos: 300 gramos de harina, medio litro de […]

Flores de carnaval

A este dulce, típico de Galicia y de toda España, también se le conoce como “flores de sartén”. Y diréis, ¿seré capaz de conseguir esa forma?. La respuesta es sí: en ferreterías y demás tiendas de menaje venden el molde para lograrlo. Para hacerlas necesitamos: 300 gramos de harina, medio litro de leche, 3 huevos, un poco de sal, la ralladura de 2 limones, una copita de anís, aceite de girasol en abundancia (para freír), y azúcar para espolvorear al final.

La preparación es sencilla: 

  • En un recipiente hondo se baten los huevos con la leche, la harina y el anís, de forma que no quede ni espesa ni líquida, y sin rastro de grumos. 
  • Una vez hecho esto, echamos aceite abundante en la sartén (mejor si es pequeña), y cuando esté bien caliente pero sin humear se coloca el molde dentro, cubierto casi completamente por el aceite. 
  • Una vez que esté muy caliente introducimos el molde en la crema que hemos preparado, con mucho cuidado de dejar, al menos, un centímetro sin embadurnar. Es muy importante cumplir esto para que la flor se desprenda sin dificultad en la sartén. 
  • Introducimos en la sartén entonces el molde impregnado con la masa y lo ubicamos en el fondo. Pasados unos segundos debemos levantarlo, y justo en ese momento se desprenderá la flor de carnaval y se quedará en la sartén. 

Las primeras flores que hagamos serán las más difíciles, pero tranquilo, pronto le coges el truco. Una vez despegada la flor, dejamos que acabe de freírse y la sacamos cuando está dorada. Son movimientos muy rápidos en los que debemos controlar en todo momento la temperatura del aceite e ir retirando restos de masa, para que no se nos queme. Una vez fuera, la posamos sobre papel absorbente y espolvoreamos con azúcar o azúcar glass. ¡Y listas!

Hojuelas u Orejas de Carnaval

Un clásico de la repostería tradicional, muy querido y venerado, típico sobre todo en Castilla y León. No en vano existe la expresión “miel sobre hojuelas” para referirnos a algo inmejorable. Para prepararlas se necesita: un huevo, un cuarto de kilo de harina, azúcar, medio vaso de chupito de aguardiente, un vaso de chupito de aceite de girasol, un poco de sal y unas gotas de vinagre.

Los pasos para conseguir tus hojuelas caseras son los siguientes:

  • Batimos el huevo en un bol, junto con el aceite y el aguardiente. Añadimos la pizca de sal y las gotas de vinagre. 
  • A continuación echamos harina hasta que no se nos quede pegada en las manos. Amasar hasta que la mezcla adquiera un cierto tono brillante. 
  • La estiramos sobre una superficie lisa (la encimera de la cocina bastará) lo máximo posible, cuanto más fina mejor. 
  • Una vez esparcida al máximo, la cortamos en trozos rectangulares similares unos de otros, y las vamos echando a una sartén grande con aceite caliente. Una vez doradas se sacan, posan sobre papel absorbente y se espolvorean con azúcar al gusto.

Crespillos de Carnaval

Los crespillos de Carnaval son muy típicos de Murcia. Son una masa similar al pan, parecidos a las tortas dulces, aunque pueden ser dulces o salados y se suelen servir acompañando las comidas de estos días tan carnavaleros. 

Para hacerlos son necesarios 400 gramos de harina, 125 mililitros de aceite de oliva, 75 ml. de agua, 50 ml. de vino blanco, 20 gr. de levadura fresca, 1 cucharita de pimentón dulce (opcional), y sal.

Para su preparación en casa, tendrás que seguir los siguientes pasos:

  • Mezclar la levadura fresca desmigada con la harina y verter agua tibia gradualmente. 
  • En paralelo, en otro bol vamos mezclando el resto de ingredientes líquidos: aceite de oliva y vino, aderezados con sal y pimentón. 
  • Una vez tengamos una textura homogénea, juntamos los líquidos con la masa de harina y mezclamos bien para formar una masa compacta. Modelamos una bola con la masa, que taparemos con un trapo durante una alrededor de una hora, procurando buscar un lugar cálido y seco de la casa. 
  • Después extendemos la masa en una superficie lisa con un rodillo, dejándola fina. De ahí entresacamos trozos de masa de forma rectangular o redonda, que serán los crespillos. 
  • Horneamos durante alrededor de 15 minutos con el horno precalentado a 200ºC, hasta que luzcan un tono dorado. Una vez fuera del horno los dejamos enfriar y estarán listos para servir con cualquier cosa.

Pestiños

Típicos de Andalucía y del sur de la provincia de Badajoz, los pestiños son otra opción dulce para desayunos, meriendas y picoteos sin horario en estos días. Además de en Carnaval son muy típicos en Semana Santa, y gustan mucho a los amantes de sabores como la canela, la naranja o el ajonjolí (este último es opcional). 

Para ponernos manos a la masa necesitamos: medio kilo de harina, 250 ml. de vino blanco, 130 ml. de aceite de oliva, 50 gr. de ajonjolí (opcional), 3 cucharaditas de canela molida, 1 cítrico (limón o naranja), aceite de girasol y sal.

  • Ponemos los 130 ml. de aceite en una sartén con la cáscara del limón o la naranja, procurando retirar la parte blanca para que no amargue. 
  • Cuando el aceite esté caliente lo retiramos del fuego y lo ponemos en otro lugar.
  • En paralelo, mezclamos en un bol la harina con una pizca de sal, el vino blanco, el ajonjolí y la canela. 
  • Cuando el aceite esté templado, lo incorporamos a la masa anterior y mezclamos bien. A partir de ahí deberemos dejarlo reposar durante una hora. 
  • Transcurrido ese tiempo, extendemos la masa en una superficie lisa previamente embadurnada de aceite, y cortamos los pestiños en las formas que deseemos: cuadrados, triángulos… 
  • Freímos los pedazos de masa en la sartén con abundante aceite a fuego medio y procuramos irlos moviendo por la sartén para que queden homogéneos, con el mismo tono dorado. 
  • Una vez fuera del fuego, los escurrimos bien y los ponemos sobre papel secante para que empape el aceite sobrante. Ese es el momento ideal para espolvorear azúcar sobre ellos, ya que el gusto quedará más intenso.
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