Dom Pérignon Vintage 2013 y la búsqueda de la armonía perfecta

Delicadeza y elegancia son los valores que, tras diez años de maduración, definen el nuevo Dom Pérignon Vintage 2013; los mismos que han servido como inspiración para los chefs Diego Guerrero y Carlo Cracco para cumplir con el desafío propuesto por la maison de alcanzar la armonía a través de un exclusivo menú realizado a cuatro manos. El objetivo, crear una combinación de sabores, formas y texturas que realce las diferentes facetas del vino: precisión, intensidad, tactilidad, complejidad y mineralidad. El resultado es una propuesta que revela un perfecto equilibrio entre los matices florales y afrutados de la nueva expresión de la casa.

En busca de la armonía

Dos son las cabezas pensantes de esta nueva experiencia para el paladar. Por un lado, Carlo Cracco, uno de los nombres más reconocidos de la cocina contemporánea italiana, famoso por sus elaboraciones con trufa. Tras aprender en el Véneto, evolucionó junto a Alain Ducasse en Francia y actualmente lidera la vanguardia europea desde su restaurante homónimo milanés (1 Estrella Michelin y Tres Tenedores). Por otro, Diego Guerrero (2 Estrellas Michelin), artífice de una cocina relajada y "desprovista de corsé", según sus propias palabras. El vasco es responsable de su restaurante DSTAgE y de otros establecimientos de creación propia, como Dspeak, Dspot y Dpickle Room.

[caption id='attachment_5678' align='alignnone' width='1024'] Dos de las elaboraciones creadas para el nuevo menú a cuatro manos.[/caption]

Entrada por la puerta grande

El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, en Madrid, fue el lugar elegido por Dom Pérignon para presentar esta especial añada. Fundado en el siglo XII, se trata de un enclave similar a la Abadía de Hautvillers -donde comenzó la historia de la maison en 1936-, que integra distintos estilos arquitectónicos, desde el románico en su interior, hasta una fachada barroca, un claustro renacentista y una bóveda gótica.

Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, situado a pocos kilómetros de la capital.

Esta experiencia contó con la colaboración del artista Sadeck Berrabah, conocido por su enfoque creativo del espectáculo y por impulsar los límites en el mundo de la danza. El francés creó una coreografía en exclusiva para la presentación en la que 40 bailarines se movieron conjuntamente para crear un efecto uniforme y armónico que evoca las calidades y facetas de Dom Pérignon Vintage 2013.