Viñedos Cruz de Alba.

Finca Los Hoyales 2018: la joya biodinámica de Cruz de Alba

Cruz de Alba presenta Finca Los Hoyales 2018, un vino profundo y marcado por diferentes matices que le aportan un sabor especial. Elaborado con 100% tempranillo biodinámico, es obra del enólogo Sergio Ávila.

Un sabor excepcional, un aroma intenso y una pureza sin igual. Esto es lo que nos ofrece Finca Los Hoyales 2018, el nuevo vino de Cruz de Alba, bodega conocida por su buen hacer y la alta calidad de sus productos. Esta última creación refleja el respeto, la paciencia y la profunda conexión que la empresa presenta hacia su viñedo.

Así lo explica el propio Sergio Ávila, enólogo de Cruz de Alba: “Con los años, la relación con las viñas de Los Hoyales se ha convertido en un diálogo armonioso, una complicidad que se traduce en cada botella. Nos conocemos, nos respetamos y compartimos las mejores sensaciones”.

Sergio Ávila, enólogo de Cruz de Alba.
Sergio Ávila, enólogo de Cruz de Alba, ensalza la profunda conexión de la bodega con sus propias viñas.

Una filosofía que queda plasmada en Finca Los Hoyales 2018, un vino elaborado 100% tempranillo biodinámico de viñas viejas en suelos arenosos de casi 70 años en la parcela de Los Hoyales. Se trata de 1,8 hectáreas de cepas orientadas de este a oeste y siguiendo el curso del río Duero, en un rincón muy singular de Padilla de Duero.

Los racimos se seleccionan y recolectan a mano en el viñedo. Después, pasan por un despalillado suave antes de que el mosto fermente en barricas de roble francés de 500 litros. Tras la maloláctica, el vino permanece en las mismas barricas madurando 22 meses con sus lías, sin trasiegos, solo suaves removidos de vez en cuando. Se embotella sin filtrar y reposa 10 meses en botella.

Finca Los Hoyales 2018, vino de Cruz de Alba.
En Finca Los Hoyales 2018, elaborado 100% tempranillo biodinámico de viñas viejas, destaca el sabor de la trufa negra.

El resultado es un magnífico vino con notas de fruta negra, combinadas con especias y un sabor intenso, armónico y sedoso, con un final muy largo. Un vino profundo, lleno de matices, fresco, armonioso e íntimamente conectado a las energías del entorno.

Y es que Cruz de Alba mantiene una filosofía basada en la idea de que la tierra es un organismo vivo en el que se interrelacionan la influencia del cosmos, la vida microscópica de los suelos, los cultivos y el entorno natural. Gracias a ello y a su cuidado del ecosistema, es la bodega pionera en viticultura biodinámica de Ribera del Duero y un referente a nivel nacional e internacional.

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