Grand Cru: vinos de domingo en Santander aunque no sea festivo
Soy un hombre de tabernas, pero con estilo. No hay nada como relajarse apoyado en la barra de un bar con un buen vino y unos aperitivos para olvidarse de los problemas de la vida y centrarse en lo que realidad importa, disfrutar. Pero cada vez son menos las tabernas tradicionales y están cediendo terreno […]
Soy un hombre de tabernas, pero con estilo. No hay nada como relajarse apoyado en la barra de un bar con un buen vino y unos aperitivos para olvidarse de los problemas de la vida y centrarse en lo que realidad importa, disfrutar. Pero cada vez son menos las tabernas tradicionales y están cediendo terreno a un nuevo concepto de local denominado gastrobar. En esencia es parecido ya que cuentan con una amplia gama de vinos pero con un servicio y un ambiente mucho más sofisticado. ¡Las tabernas también se ponen guapas!
En Santander hace apenas un año abrió las puertas El Grand Cru, la tercera apuesta de un grupo de amigos que saben unir eso de que “el ocio y el negocio” tienen que ser productivos para abrir con alegría. Tras los éxitos cosechados con sus dos locales anteriores, El Serbal y El Nuevo Molino, pues otro… que ya se sabe que no hay dos sin tres, sobre todo cuando las cosas se hacen así de bien.
Su situación es un valor añadido, por estar en un sitio privilegiado y muy de moda, entre la Plaza de la Porticada y Jesuitas, en pleno centro. La variedad salta a la vista. Este local desenfadado y joven ofrece hasta 200 referencias distintas de vinos de todo el mundo servidos por copas. Los precios van desde e los 1,60 euros hasta los 25,50 del champán Dom Ruinart 1996. Además, la cerveza tampoco se descuida y es una buena alternativa. La Warsteiner, una de las mejores premium alemanas, siempre puesta con el tempo correcto y con esos dos deditos de espuma que recomienda el fabricante.
De vinos muy bien pero ¿y para comer? Pues mejor aún. Desde primera hora de la mañana podemos disfrutar de bollería casera, brownie o pastel de nueces y de diferentes tipos de tortillas y tostas para el aperitivo. En la parte superior cuenta con 10 mesas sin mantel para disfrutar de una cocina informal y creativa por tan solo 18 euros que cuesta su menú compuesto por aperitivo, dos platos, postre, agua y copa de vino.
Ponernos exquisitos sólo nos costará 40 euros, el precio por persona para disfrutar de su exclusiva mesa gourmet del sótano. Con un aforo máximo de 12 comensales se puede interactuar con los cocineros para ser tan quisquillosos como queramos y que después no haya un pero que valga.
Creaciones sorprendentes como los churros de pan de ajo con chocolate negro a la pimienta o rabo de buey envuelto en láminas de apio y emulsión de alcachofa nos harán disfrutar de una experiencia gastronómica única, rematada por su espectacular torrija de pan caramelizada, crema untuosa de avellana, helado de zanahoria y hierba-luisa. Sólo con pensarlo ya me pongo a salivar. Cocina moderna pero sin extravagancias, precios y cantidades razonables y buen ambiente. El éxito está asegurado.
Titulo del cuadro
Categoría: restaurante.
Nombre: El Grand Cru
Dirección: c/ San José, 23
Teléfono: 942 07 51 29.
Código postal: 39003.
Ubicación: Santander.
Web: www.elgrandcru.com