Inmersión con el estilo inconfundible de Bell & Ross

Inmersión con el estilo inconfundible de Bell & Ross

Hace un año Bell & Ross implementó su archifamosa caja cuadrada en un universo, el de los relojes submarinos, en el que la forma no es el ‘modus operandi’ habitual. Pero para Bell & Ross su emblemática caja no es solo una cuestión estética, es también la reafirmación de un estilo, de una idea de […]

Hace un año Bell & Ross implementó su archifamosa caja cuadrada en un universo, el de los relojes submarinos, en el que la forma no es el ‘modus operandi’ habitual. Pero para Bell & Ross su emblemática caja no es solo una cuestión estética, es también la reafirmación de un estilo, de una idea de la relojería después de haber ‘buceado’ también en territorios más tradicionales. Aunque eso sí, marcando las distancias. Solo hay que detenerse en que en 1997 ya lanzaba un reloj como el Hydromax, hermético hasta 11.100 metros. Pero volviendo al tiempo presente, después del BR 03-92 Diver del pasado año, ahora llegan unas ‘secuelas’ que elevan el concepto diver de Bell & Ross a elementos donde la estética también tiene su trascendencia. Son el BR03-92 Diver Blue y el BR03-92 Diver Bronze.

El primero de ellos adopta el color azul tanto en la esfera como en su correa y en la inserción de aluminio de su bisel. Si hay algo que distingue a los relojes de buceo es su legibilidad y en esta pieza se eleva al máximo con sus índices recubiertos de SuperLuminova blanca y la aguja de las horas en color amarillo. Bajo el agua, los colores van desapareciendo debido a la pérdida de la intensidad de la luz. Y de esta forma, la aguja de las horas amarilla se borra paulatinamente para dar relevancia al minutero, el elemento vital para calcular el tiempo de inmersión

Respecto a la segunda interpretación, la caja y el bisel han sido construidas en bronce, el material que antes empleaban los buzos en sus inmersiones –estaba presente en el casco, que es lo que ilustra el fondo de la caja en forma de grabado–. La correa de piel envejecida reafirma su espíritu vintage pero puede sustituirse por una correa de caucho para las inmersiones. Esta creación se presenta en una serie limitada de 999 ejemplares.

Sumergibles a 300 metros y con una caja de 42 mm de diámetros, ambas piezas llevan en su interior el calibre automático BR-CAL. 302 y también comparten otro detalle: cumplen con la norma ISO 6425, que garantiza que son relojes aptos para la práctica del submarinismo.

ETIQUETAS:
  • Relojes