La espectacular Costa Vicentina

La espectacular Costa Vicentina

Sea cual sea la estación, Martinhal reserva al visitante placeres cada vez más difíciles de encontrar juntos en un mismo destino: días soleados con temperaturas medias superiores a 20ºC, 22 playas salvajes casi desiertas al pie de abruptos acantilados, bordeados por bosques de especies autóctonas, la naturaleza, el mar, el reposo hecho armonía… Situado en […]

Sea cual sea la estación, Martinhal reserva al visitante placeres cada vez más difíciles de encontrar juntos en un mismo destino: días soleados con temperaturas medias superiores a 20ºC, 22 playas salvajes casi desiertas al pie de abruptos acantilados, bordeados por bosques de especies autóctonas, la naturaleza, el mar, el reposo hecho armonía... Situado en Sagres —la histórica villa, tan ligada a las gestas marineras de Portugal—, el Martinhal Beach Family Resort & Hotel es desde 2010 el primer hotel y resort de cinco estrellas de la región: un proyecto residencial sostenible de 42 hectáreas, enclavado en un auténtico santuario natural frente al Atlántico. De camino a la Quinta, nada hace presagiar el paraíso que esconde la bahía y su conjunción de naturaleza, sobriedad y lujo exclusivo. Lo cierto es que el resort contrasta armónicamente con las formas geométricas del hotel, concebido con criterios orgánicos por el arquitecto británico Terence Conran y dotado de todas las comodidades precisas para disfrutar de unas vacaciones memorables, incluso en familia. El rumor de las olas y el aire impregnado de aromas de romero, lavanda, pino y olivo son esencia y carácter del complejo residencial. Y por si estas estímulos sensoriales invitando al sosiego no fuesen de principio suficientes, el caminar por vías empedradas absortos en el paisaje, el gran Océano, el parpadeo de la baliza del malecón de la vecina Sagres, acabarán por completar el sortilegio. Situado en un enclave único, el Parque Natural del Sudoeste Alentejano, Martinhal acierta a mimetizarse con su entorno siendo fiel a su filosofía de lujo inteligente, confort sereno, detalles sutiles y respeto al medio ambiente. De hecho, el hotel combina arquitectura moderna y materiales de origen local que incrementan la sensación de serenidad y silencio. El complejo compatibiliza su condición ‘family-friendly’ con alojamientos y servicios de lujo: restaurantes, un divertido surf-bar, cinco piscinas climatizadas, dos canchas de tenis y dos de pádel, un gimnasio, un relajante spa y diferentes servicios destinados a que los más pequeños se sientan mucho mejor que en casa: clubes infantiles, guardería, rincones especiales para que su imaginación fluya, menús exclusivos, un completo programa de actividades... Martinhal ofrece cuatro opciones de alojamiento: las habitaciones de su sofisticado hotel de cinco estrellas, y sus exclusivas casas y villas: Martinhal Village, Luxury Villas y Vilas Mimosa, magníficamente equipadas, de uno a cinco dormitorios, con posibilidad de piscina privada y, siempre, un espectacular servicio. El hotel dispone de 37 habitaciones para no fumadores con vistas al Atlántico, servicio de habitaciones las 24 horas y acceso a las actividades y servicios de ocio y animación del resort. En su estilo se aprecia el sello innovador del interiorista británico Michael Sodeau, que diseñó su exclusivo mobiliario orgánico de factura artesanal y líneas minimalistas, optimizando así la posibilidades de materiales naturales locales como el mimbre, el corcho o la piedra de la Sierra de Monchique. Martinhal ofrece cuatro opciones de alojamiento: las habitaciones de su sofisticado hotel de cinco estrellas, y sus exclusivas casas y villas Las diez amplias Terrace Rooms se caracterizan por disponer de terraza privada y jardín con vistas a la bahía. Forman parte del edificio principal, en el que también se ubica el restaurante y cóctel-bar O Terraço. Las 26 Beach Rooms serpentean en la zona ajardinada próxima al edificio principal. Se trata de sencillos edificios de líneas rectas, recubiertos por maderas naturales en comunión con el entorno. Incluyen una terraza y un pequeño jardín frente al océano. Su elegante interior está decorado con especial esmero en tonos discretos. Martinhal ofrece, además, la exclusividad de sus dos lujosas Beach Suites, un loft en formato dúplex con sendas terrazas comunicadas, que lo convierten en un refugio tan elegante como acogedor, con acceso directo al jardín. Su ventanal incluye los dos pisos, ofreciendo una privilegiada vista del horizonte de más de cinco metros de altura. Decantarse por Martinhal Village supondrá elegir entre cuatro posibilidades: las 55 casas Ocean Houses, situadas en el corazón del resort, a escasos minutos de la playa y a pocos metros del spa; las 28 Bay Houses, emplazadas en la zona este, próxima al tranquilo Parque Natural; las Garden Houses, 39 casas agrupadas también en el núcleo del complejo, próximas al club infantil Oasis y a su piscina; y, por último, las Pinewood Houses, 10 casas en la parte norte, rodeados de un pequeño pinar, garantía de tranquilidad y privacidad. Las Luxury Villas combinan diseño, vistas al mar, jardín individual y piscina privada. Por último, las Villas Mimosa son 23 casas de dos plantas en la zona nordeste, con un pequeño jardín individual, cocina y una discreta terraza. O Terraço en el primer piso del hotel, ofrece unas espectaculares vistas sobre la playa. Su buffet de mañana satisfará cualquier antojo. A la hora del almuerzo o la cena ofrece una cocina elaborada, a base de productos frescos del mar y de la tierra, de óptima calidad, y una cuidada selección de vinos regionales. Con su envidiable situación frente a la playa y un tentador menú, As Dunas es el territorio del pescado y del marisco fresco. Informal y divertido, Os Gambozinos, en pleno corazón del resort, es el lugar perfecto para familias, con su menú italiano a la carta. Todos los restaurantes disponen de menú especial para niños y zonas de juego. La cocina del hotel es de lo más elaborada, a base de productos frescos del mar y de la tierra Casi cualquier deporte puede practicarse en Martinhal, pero si busca relax y evasión, está el Finisterre Spa. Por supuesto, el Algarve es uno de los destinos predilectos para deportes acuáticos y actividades relacionadas con el mar, como avistar delfines o navegar en kayak. A las playas del Tonel o Martinhal acuden surfistas de todo el mundo para disfrutar de sus olas perfectas. El próximo parque de la Floresta, entre montañas, es un lugar idílico para la práctica del golf. Además, hay centros ecuestres, y hasta dieciséis playas listas para ser descubiertas. Martinhal se define como una organización enfocada al cliente, y así se colige de su concepto de excelencia y del valor que concede a la calidad. Su ambición de ser “el mejor resort de lujo para familias de Europa”, no deja lugar a duda alguna. Pero, además, “hemos conseguido involucrar a empleados y colaboradores, y convertirlos en embajadores de la marca”, concluye orgulloso Philippe Guitton, director general de Martinhal Family Hotels & Resorts.
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