La mejor cafetera del mundo cumple 80 años
Con su icónica forma octogonal y su sencillo pero original mecanismo, la cafetera moka es un pequeño prodigio del diseño industrial del siglo XX. Fue patentada en 1933 por el inventor italiano Luigi De Ponti para Alfonso Bialetti y desde entonces no ha sufrido más que pequeños cambios estéticos: cuando algo funciona bien, lo mejor […]
Con su icónica forma octogonal y su sencillo pero original mecanismo, la cafetera moka es un pequeño prodigio del diseño industrial del siglo XX. Fue patentada en 1933 por el inventor italiano Luigi De Ponti para Alfonso Bialetti y desde entonces no ha sufrido más que pequeños cambios estéticos: cuando algo funciona bien, lo mejor es no tocarlo. La misma empresa sigue fabricándolas en diversos tamaños y con el característico dibujo del señor con bigote y sombrero levantando el brazo en un lateral.
El proceso por el cual una cafetera moka prepara el café es bastante sencillo. La macchinetta hace un ingenioso uso de la presión y el vapor de agua. El vapor de agua que se forma en el calentador inferior al calentar la cafetera ejercita una presión sobre el resto del agua caliente para que ésta suba por el embudo, pase por el café molido y acabe en la cámara superior.
Poco a poco, la cocina se va llenando de ese embriagante aroma del café y parece como si la cafetera estuviera haciendo gárgaras. Ese borboteo característico que nos sirve como aviso de que tenemos nuestra bebida lista está en realidad producido por el mismo mecanismo de vapor: al no quedar ya casi agua en el compartimento inferior, ésta se mezcla con las burbujas del vapor remanente dando lugar a ese particular sonido.
Lo que es seguro es que en esto del café mañanero hay dos grandes escuelas enfrentadas, dos grupos que casi son corrientes de pensamiento al más puro estilo filosófico: están los de la cafetera de filtro y los de la cafetera italiana. Los primeros dicen del segundo que es demasiado fuerte; los segundos dicen de la primera que al ser tan suave no tiene cafeína. Y ambos andan equivocados: es cierto que las temperaturas alcanzadas durante el proceso por una cafetera tipo moka hacen que el sabor del café sea más intenso en cuanto a su sabor, pero eso no lleva a un mayor contenido en cafeína. De hecho, como en las cafeteras de filtro el agua pasa más tiempo mezclada de café, también se extrae bastante cafeína.
Solo, con leche, cortado, con azúcar morena o refinada, con edulcorantes o miel, acompañado de una tostada o de un trocito de chocolate amargo, dando robustez a un tiramisú o sirviendo de base para un carajillo… sea como sea, siempre viene bien un café espresso. Esta tarde, cuando me prepare el de la sobremesa, lo acompañaré de un trozo de tarta con una vela que soplaré para celebrar este cumpleaños como se merece. Tanti auguri!