Le Cocó: lo sensato fideliza al cliente
Un café de media tarde y una tarta de frambuesa fueron suficientes para saber que este sitio merecía la pena para una cena con unos amigos. ¡Pensado, dicho y hecho! La aventura de lo nuevo también merece su premio y esta vez parece que se ha acertado. Nada más llegar se nota que hay una […]
Un café de media tarde y una tarta de frambuesa fueron suficientes para saber que este sitio merecía la pena para una cena con unos amigos. ¡Pensado, dicho y hecho! La aventura de lo nuevo también merece su premio y esta vez parece que se ha acertado.
Nada más llegar se nota que hay una buena gestión y para eso no hay que ser Chicote. Tener al propietario controlando la sala y marcando el ritmo del servicio ya dice mucho de un local. Moderno, pero eficiente. Ecléctico, pero agradable. ¡Que lo bonito gusta a todo el mundo!
El motor de este proyecto es Esteban Arnáiz, que tiene claro su planteamiento del negocio. De la mano de Marta Banús, se ha optado por una decoración contundente y práctica, porque aquí se viene a estar cómodo y a disfrutar más que a ver las genialidades de un decorador. Esa es una idea básica del propietario. Esteban no es un iluminado de la hostelería. En su manera de entender la cocina se notan tanto su amistad con un clásico iconoclasta de la talla de Abraham García como el hecho de haber sido responsable de locales de éxito en Toledo. Así se entiende esa actitud tremendamente positiva, y proactiva. Aquí se habla por servicios, se abre para desayunar y se cierra para cenar. No se piensa en la figura del menú, pero se busca un ticket razonable, que no suele llegar a los 25 euros por personas.
Alguien que ofrece un excelente pan y una magnífica mantequilla francesa en cubo abierto como aperitivo ya tiene mucho ganado. En los platos se ha optado por el disfrute con sentido común, gracias a productos de temporada presentados de un modo sugerente. Algo tan evidente no siempre es fácil de conseguir.
Juan Rioja, responsable de la cocina, sabe que ahora siempre apetece un hummus , unas delicadas rabas o su tempura de espárragos . Y como el color no molesta a nadie, siempre podemos encarar un salmorejo de remolacha o una ensalada de tomate que recordaba sabores de la huerta privada. Y no falta un steak tartare picado a mano, o un tartar de atún aromatizado con láminas de cítricos que merece ser copiado en cualquier casa de aficionado a la cocina. Más divertido puede ser su fish & chips o un papillote de lubina, muy del gusto de la numerosa clientela femenina.
Entre risas y copa de vino, siempre se llega otra vez a esos postres donde las tartas ya merecen una visita, porque ser moderno y goloso no es incompatible… ¡por ahora!
FICHA
Categoría: restaurante
Nombre: Le Cocó
Dirección: Calle Barbieri, 15.
Código postal: 28004
Ubicación: Madrid
Web: lecocomadrid.com